La coexistencia hoy día en el seno de Podemos de dos formas de concebir el partido camina hacia un choque de trenes. A un distanciamiento irresoluble entre los leales a Pablo Iglesias y los anticapitalistas, por un lado, y los afines al secretario Político, Íñigo Errejón, por otro, defensores estos últimos de un proyecto más moderado y abierto. Tal división estratégica, lejos de diluirse, no hace sino cobrar mayores dimensiones a medida que la formación morada y sus confluencias suman un nuevo revés en las urnas. Esta lucha soterrada sobre el rumbo que debe tomar Podemos ha llevado a algunas analistas a contemplar incluso la posibilidad de que estas diferencias insalvables se salden por la vía de la escisión, como ocurrió en Grecia con Syriza y Unidad Popular. Un libro que acaban de publicar los dirigentes de Anticapitalistas, donde no omiten el debate interno y ofrecen su perspectiva de futuro, alimenta esta tesis.
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