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Respuesta a José Mari Esparza Zabalegi, director de Txalaparta

“La vecina de tu pueblo gana la mitad que antes porque el capitalismo está en crisis, en un callejón sin salida. Y ya sabemos cómo sale el capitalismo de la crisis: explotando más a la clase trabajadora, expoliando más a las colonias y llevándonos a una nueva guerra”

“El señor Zabalegi asume el discurso del empresario y le dice a su vecina obrera que su galleta se la está quitando el migrante

Hace unos días, el director de la editorial Txalaparta publicaba en prensa un artículo de opinión titulado “¿Migración?, no gracias”. En redes vi críticas muy buenas por parte de comunistas vascos consecuentes. Sin embargo, también vi resistencia a la crítica por parte de algunos vascos de izquierdas. Por eso quiero tratar de escribir una respuesta sencilla a dicho artículo. Creo que quienes se han negado a realizar una crítica contundente al artículo simplemente no ven racismo en él. Por eso voy a señalar y comentar una serie de afirmaciones del texto donde claramente se ve su racismo.

“Había trabajado siempre en limpieza a domicilio y, casi a las puertas de la jubilación debía trabajar por la mitad de salario o su trabajo lo harían los inmigrantes”. Aquí se culpa exclusivamente a la migración de la bajada de salarios. Esto contiene un claro peligro: la clase obrera (la vasca, se ve que la migrante cuenta menos, no vaya a ser que creamos que la clase obrera es mundial y eso) puede ver en el migrante a un posible competidor y amenaza de su bienestar, de sus conquistas, de su nivel de vida. Aquí vemos claramente una posición chovinista y oportunista.

Cristian Sima: “El momento histórico que vivimos es decisivo y requiere de una organización popular que, por desgracia, ahora mismo no tenemos”

– “No tuvo respuesta adecuada y la mujer se quedó sola y mal vista, víctima del tabú que impide en este país hablar del tema sin complejos. Lo políticamente correcto, socapa de la hipocresía”. La excusa victimista de la falsa censura y la «dictadura de lo políticamente correcto». ¡Estamos ante el Roberto Vaquero de EH!

“La migración masiva es una lacra que hipoteca a los pueblos que vacía; que lastra y desarticula a los pueblos que la reciben”. El racista siempre ve migración masiva cuando se trata de negros y árabes. Una pena que con 3 minutos de comprobación de datos, el viejo discurso racista de que son muchos, demasiados, de que es una inmigración masiva, desordenada y potencialmente peligrosa para los pueblos se desmonte: los migrantes africanos representan el 0,8% de la población española, muchos de ellos son recluidos en CIEs, un 30% de ellos son devueltos (devoluciones en caliente incluidas), y muchos mueren intentando llegar (ya sea cruzando el desierto, o en el atlántico), en otras ocasiones son capturados por grupúsculos del crimen organizado o del terrorismo internacional y sometidos a vejaciones de todo tipo (esclavitud y esclavitud sexual incluidas). El 0,8% de la población no implica migración masiva ni de lejos.

– “[La migración] esclaviza a los parias que abandonan sus hogares; que desarma a los trabajadores locales y hace peligrar sus conquistas sociales”. Para el oportunista, el obrero no es más que un estómago, una simple mercancía que tiene que saciar sus necesidades bajo el yugo burgués. Por tanto, si la migración pone en peligro a la clase obrera del lugar (que por nacer en el lugar va siempre primero al parecer, como se ve, el texto nos da una lección increíble de internacionalismo) hay que decirlo. Si el obrero foráneo, racializado, más pobre, más humillado, más explotado, más oprimido, criminalizado, demonizado y deshumanizado puede poner en riesgo mi pequeña poltrona en el bienestar imperialista, debo de señalarlo y debo de criticar la migración de proletarios de los pueblos sometidos. Nacionalismo de primer nivel.

-Ya es casualidad que se señale al migrante de la caída del bienestar y no a la burguesía explotadora. Cositas del socialchovinismo. El culpable de las lacras de una sociedad basada enteramente en la explotación y la opresión no es el burgués opresor, sino el migrante. No es fruto de la opresiva sociedad de clases, sino del sector más jodido de la clase oprimida. Pero no te preocupes: ¡en realidad estoy preocupado por los pueblos! Me opongo a que el migrante circule libremente si lo hace arrastrado por el capital porque “es un lastre para los pueblos que deja vacíos”. El paternalismo del blanco racista que se cree salvador…increíble.

– “Para que todos los progres aplaudamos la migración masiva como un nuevo maná”. Esto te lo firma España 2000 y Democracia Nacional tranquilamente. Sin comentarios.

“Una vez más traemos a las mientes la gran derrota que para las mayorías del mundo supuso el hundimiento de la URSS. Y no porque el soviético fuera el modelo ideal, sino porque para su neutralización, durante la guerra fría, los ricos, sobre todo en Europa, se vieron obligados a ceder a la clase trabajadora las ventajas del Telón de Acero: las 8 horas, jubilación, vacaciones, deporte, derechos a la mujer, guarderías, sanidad y educación, ayuda al desempleo, vivienda. Fue el estado de bienestar”. Ya es casualidad que explique el Estado de Bienestar como fruto de la guerra fría únicamente y se olvide de que también es fruto del imperialismo propio. ¿Qué Estado de Bienestar habría en Europa sin el saqueo de América Latina –saludos a la burguesía vasca que expolia Latinoamérica, veo que, ups, ni se la nombra en el texto– y África –saludos a los pesqueros vascos que esquilman Senegal… igual hay senegaleses en EH por eso, pero ahí el texto no dice que la burguesía vasca destruye el bienestar y el futuro de Senegal, ¡vaya, otro simple despiste! –? Defender el Estado de Bienestar es defender que la clase obrera (de “tu” nación) esté oprimida por el burgués, siempre y cuando reciba (su) parte del botín imperialista (“capitalismo de rostro humano”): “La sociedad actual vive a expensas del proletario moderno. Marx subrayaba especialmente esta profunda observación de Sismondi. El imperialismo modifica algo la situación. Una capa privilegiada del proletariado de las potencias imperialistas vive, en parte, a expensas de los centenares de millones de hombres de los pueblos no civilizados” (Lenin, 1916). Es decir, hay que defender el estado de bienestar porque así el obrero vasco vive bien bajo el modo de producción capitalista. A continuación, si la migración pone en duda tal estatus quo, tal pacto con la burguesía propia, entonces se la señala: es masiva y nos jode el negocio. Oportunismo puro. Bernstein 2.0.

España incrementa el saqueo de África

“Durante generaciones, los recién llegados serán ciudadanos de segunda, bolsas en el límite de la exclusión social, con sus secuelas de marginalidad, delincuencia y choque de culturas. De mantenerlos ahí se encargarán los partidos de ultraderecha, fomentando el odio, el miedo al extraño y, de paso, incrementando policías y leyes restrictivas”. Igual por eso la lucha no va de “¿Migración?, no gracias”, sino de “¿Racismo? No, gracias”. Este cambio sencillo de enfocar el asunto es lo clave. Es lo que nuestro pequeño obrerista keynesiano pasa por alto. La lucha está, precisamente, en que los migrantes tengan los mismos derechos que la clase obrera autóctona, en incorporar a los migrantes en los movimientos sociales, sindicatos de clase y partidos revolucionarios del proletariado en Euskal Herria. Decir que, como no tienen derechos, los van a explotar y Vox va a sacar tajada, es razón para oponerse es proudhonismo de la peor calaña: ya en el siglo XIX Produhon, Grun y compañía defendían leyes laborales que restringieran el empleo femenino, porque las mujeres tenían menos derechos, bajaban el salario y la derecha aprovechaba el malestar que causaban para dividir a los obreros, reforzando los prejuicios sexistas de los obreros varones hacia las mujeres obreras. ¿Cuál fue la clave?, ¿recluir a la mujer en el hogar para que la derecha no sacase tajada de tal situación? No, educar a los obreros varones en la unidad revolucionaria de la clase por encima de diferencias sexuales. Esa fue la clave: organizar a las mujeres, incorporarlas a la lucha pasando por un arduo camino de educación antimachista de la mitad masculina de la clase. Igual esto da pistas de por dónde hay que caminar en la cuestión migratoria.

“Hemos puesto más atención en atender a los recién llegados y a protestar por sus vicisitudes en el cruce del Mediterráneo, que atacar al mal en su origen.” Antileninismo puro, ruptura total y absoluta con la dialéctica (no ve suma de contrarios, sino hechos lineales). La migración es fruto del capitalismo y conlleva injusticia y explotación (afirmación), pero a su vez une a obreros de distintas partes del mundo en los principales centros proletarios del mundo (negación), permitiendo erigir la unidad revolucionaria, internacional y multirracial de la clase (negación de la negación). La migración de proletarios es progresiva, “sólo los reaccionarios pueden cerrar los ojos ante la significación progresista de esta migración moderna de naciones” (Lenin, 1913). La migración no es un mal a combatir. Afirmarlo es socialchovinismo.

“La defensa radical de los derechos de refugiados y migrantes debe ser pareja con la lucha por frenar la migración, de la misma manera que las ayudas a los parados o a los enfermos deben ir parejas con la lucha contra el paro y la enfermedad”. Se parte del marco reaccionario y de la estrechez nacional (parar la migración) para hacer pasar esto por meta de la izquierda. No, la izquierda no debe frenar la migración. Ni con el palo (frontera gorda, restricción de derechos, etc.), ni con la zanahoria (políticas sociales progresistas). La lucha es por la destrucción del capitalismo y el imperialismo propio, incorporando a los migrantes a ella. Es desde esta meta revolucionaria y emancipatoria desde donde se defiende la igualdad de derechos de los migrantes y la plena libertad de circulación. Esta lucha reformista por la igualdad de derechos sólo tiene sentido si se la conecta con la revolución. No con la meta chovinista de frenar los flujos migratorios, que no somos gestores de la frontera burguesa, chico.

“La solidaridad debe comenzar por el antiimperialismo, por el rechazo a las guerras, por no robar los recursos de otros países, por pagar entre todos y todas, con nuestros impuestos, la reconstrucción de esas naciones”. No sabe lo que es el imperialismo y cae en el paternalismo cutre de salvador blanco. El imperialismo no es guerra o robo de recursos. El imperialismo no es una política exterior de invasión o robo. El imperialismo es una fase de desarrollo del capital. Por tanto, destruir el imperialismo significa derrocar a la burguesía imperialista propia (la vasca, en su caso). Esa patraña de que “con nuestros impuestos [bajo el Estado burgués] se reconstruyan las naciones” saqueadas es una parida. Por cierto, el antiimperialismo es 100% incompatible con exigir frenar la migración con derechitos y reformitas.

“Mientras, hoy día uno de cada tres nacimientos en Navarra ya es de madre emigrante. Mañana serán mayoría”. Teoría del gran reemplazo. Estamos al nivel de los neonazis ya.

“Afortunadamente, hay brotes de esperanza. En Alemania y en Suecia los partidos de izquierda están planteándose su errática actitud ante las migraciones masivas”. Su esperanza viene de la reaccionaria socialdemocracia europea que está simulando las políticas migratorias de Trump. ¿Cómo se me ocurre ver racismo aquí? Es más, Suecia incluso endureció su legislación para, ojo al dato, poder deportar a refugiados de guerra. ¡¡Tremendos brotes de esperanza nos dan la Suecia burguesa, imperialista y racista!!

“Se puede y se debe hacer política anti migración desde la izquierda”. Decir esto en 2022, en pleno auge reaccionario y racista a nivel mundial (con Ucrania dirigida por nazis que reciben el apoyo del imperialismo español y de la burguesía imperialista vasca) es como decir en 1933 que se debe hacer política antisemita desde la izquierda. Lo que debe de hacer la izquierda es asumir el internacionalismo proletario y dejar de dividir a la clase en blancos y negros, en nacionales y extranjeros. El proletariado es un ejército mundial único, no debe entender de fronteras: “aunque las fronteras y las montañas se interponen entre nosotros, los proletarios del mundo entero se unen en una sola familia” (Ho Chi Mihn).

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“Cuando desde la izquierda comencemos a hablar con claridad de todo esto dejaremos menos resquicios a la derecha y a las ratas de Vox. Y sin duda, convenceremos más a la vecina de mi pueblo, que no tiene porqué ganar ahora la mitad que antes.” La vecina de tu pueblo gana la mitad que antes porque el capitalismo está en crisis, en un callejón sin salida. Y ya sabemos cómo sale el capitalismo de la crisis: explotando más a la clase trabajadora, expoliando más a las colonias y llevándonos a una nueva guerra. Tu vecina gana la mitad porque los explotadores la explotan más e incrementan el precio de la vida.

¿Se acuerdan de aquella imagen donde sale un empresario, un obrero blanco y un obrero migrante? En ella el empresario se quedaba la galleta mientras le decía al obrero blanco que se la estaba quitando el migrante. El señor Zabalegi asume el discurso del empresario y le dice a su vecina obrera que su galleta se la está quitando el migrante. Este señor obvio que su vecina gana la mitad porque mientras haya capitalismo el bienestar sólo puede ser temporal y darse en determinados lugares que ocupan una buena posición en el sistema imperialista mundial. No es culpa del obrero de piel oscura. Tampoco tiene sentido asumir un discurso voxero anti-inmigración para frenar a Vox. Esto es de inútiles, hablando claro. Además, destruir el capitalismo significa también destruir el bienestar imperialista que tanto defiende para “su” pequeño feudo, para “su” clase obrera “nacional”. El botín imperialista tiene que ser mío, dice él. Destruyamos el imperialismo y el botín imperialista, dice el auténtico internacionalista.

 

Cristian Sima Guerra

 

 

Un comentario en «Respuesta a José Mari Esparza Zabalegi, director de Txalaparta»

  • Lo que sé es que a esa señora la llegada de inmigrantes no la ha ayudado. Desconozco si el sr Zabalegi ha expuesto acertadamente su opinión, así como la suya sr Cristian…., que se va por los cerros de Ubeda. Igual el opinador no ha hilado del todo bien, pero se entiende (y razón lleva) en sus motivaciones de fondo.

    A esa sra, si no tuviese esa competencia directa de mano de obra importada es un hecho que sus condiciones no se habrían visto rebajadas…. Que cada país se coma sus parados, o, que vengan con contrato de trabajo. Es muy sencillo. No es lo mismo tener 4 nacionales (con sus exigencias y dichos) que 400 importados (con necesidades imperiosas y que les importa 33 la lucha de clases y lucha obrera y los dchos laborales) esperando por tu trabajo…

    Zabalegi está en lo cierto. Mi solidaridad con esa señora, no con la mano de obra innecesaria…..

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