Canarias es puerta de entrada y frontera atlántica de la unión europea. ¿Cómo lo resolvemos?
“Algunos aprovechan las circunstancias para soliviantar con discursos llenos de racismo, odio y miedo”
A día de hoy escuchamos hablar a diario acerca de la migración en Canarias. Normalmente nos hablan exclusivamente de las personas del continente africano que suelen llegar en pateras y cayucos, pero olvidamos que somos territorio de la Unión Europea y, por lo tanto, frontera y puerta de entrada a la Unión Europea. Ese es el gran atractivo para la ruta migratoria.
Como consecuencia de la llegada masiva de embarcaciones, la sociedad civil canaria se mueve entre sentimientos encontrados, tales como la alarma social que se genera por las situaciones de rescates, fallecidos en el trayecto, el rechazo a las largas estancias en zonas no preparadas para recibir tantas personas, incluso se comienza a vislumbrar cierto grado de racismo y la xenofobia preocupante maleado por quienes desean usar estas situaciones en su provecho particular.
La sociedad, por momentos, lo vive como una amenaza, sin llegar a comprender las razones que motivan que nuestro Archipiélago forme parte inevitable hoy de una ruta migratoria desde el continente vecino.
No podemos olvidar que hemos de prestar la necesaria ayuda humanitaria a quienes llegan en circunstancias difíciles. Pero la frustración e impotencia que sufre una parte de la sociedad civil canaria por ver que, dentro del territorio español y la Unión Europea, se es reacio a dar apoyo y solución a un problema que se genera en las Islas por ser territorio de la Unión Europea, levanta ampollas y algunos aprovechan las circunstancias para soliviantar con discursos llenos de racismo, odio y miedo. Las consecuencias y deriva de estos discursos populistas no son halagüeños, máxime cuando la situación social en Canarias no es nada buena.
Es fácil buscar culpables fuera en lugar de señalar a quienes ejercen la dejadez de funciones políticas y fuerzan situaciones límites que tienen consecuencias. Da vergüenza ajena ver cómo se usan imágenes de supuestos guanches con bandera española llamados a luchar contra la invasión. No permitamos la utilización torticera de nuestros ancestros para simular una canariedad indigenista disfrazada de españolidad barata con banderas de España al frente. Si nuestros ancestros levantaran la cabeza se revolverían ante tal burda manipulación.
Se trata de actuar con objetividad, frialdad y sentido común ante circunstancias que no son sencillas. El enfrentamiento social no es el camino a seguir, eso no quita que haya que actuar con firmeza y determinación en la dirección adecuada para solventar la situación que se genera en el Archipiélago.
Cierto es que no tenemos los medios materiales y humanos suficientes para una adecuada atención, en estas circunstancias, que pueden desbordar y frustrar a cualquiera.Pero hay que mantener la calma y valorar las soluciones que sí están a nuestro alcance.
SER TERRITORIO DE LA UNIÓN EUROPEA NOS CONVIERTE EN FRONTERA ATLÁNTICA
El actual estatus de relación con la UE nos genera grandes problemas. Si no somos capaces de comprender el problema de fondo y tener la frialdad objetiva para las soluciones, podemos caer en la trampa de escuchar a cualquier personaje en redes sociales llamando a la xenofobia, al racismo y al conflicto social innecesario.
Cierto, es evidente que tampoco tenemos la capacidad económica, humana y material para recepcionar las continuas oleadas de llegadas de personas de países vecinos que precisan ser atendidos sanitariamente y alojados con humanidad mientras esperan su nuevo destino, pero sin olvidar que usan nuestras islas como punto de entrada y paso a la Unión Europea, debemos tenerlo presente.
No olvidemos algo importante, poner los pies en Canarias es poner pies dentro de la UE. Su intención no es quedarse aquí, es continuar hacia otros destinos dentro de la Unión. Si estancia aquí suele ser transitoria.
Ni la Unión Europea ni España pueden obligarnos a ser centro de recepción a cambio de fondos para su sostenimiento porque no es viable esa solución.
MIGRACIÓN DESDE LA UE Y PAÍSES TERCEROS: LA QUE VIENE POR AVIÓN A QUEDARSE PARA VIVIR, TRABAJAR Y COMPRAR VIVIENDA
Nos encontramos con otra migración de la que los medios de comunicación nada te cuentan, pero que resulta más dañina y devoradora que la primera pues está es transitoria y puntual.
La que procede de la Unión Europea y países terceros, que viene por avión y se instalan aquí. Esa, en buena medida, tiene mucho que ver con el derecho al libre establecimiento de cualquier ciudadano de la UE en territorio de países miembros y la libre circulación de trabajadores. Principios a los que estamos sujetos por formar parte de la UE con carácter de plena Integración.
Este tipo de migración resulta sencilla de comprender porque nos afecta a la carestía de la vivienda incrementando los precios, implica una mayor destrucción del territorio, al incremento de la demanda energética, incremento de la generación de residuos y basuras, mayores problemas de movilidad interna, afecta al incremento de los niveles de población que han crecido de manera desorbitada y se hace imposible de absorber en espacios territoriales insulares, porque, simple y llanamente, somos territorios limitados, espacios fragmentados con una capacidad de crecimiento muy limitada que no estamos valorando acertadamente.
La llegada masiva, por avión, de personas provenientes de España y de otros países de la UE y otros países terceros, resulta imposible de frenar, por una parte bajo el actual modelo de Plena Integración en la UE vía RUP, por otro lado nos encontramos sin un cambio en la Constitución que nos proteja de verdad y, por último, el hecho de no disponer de competencias en materia de extranjería nos empuja a tensiones sociales, económicas y laborales innecesarias que provocan desigualdad social, merma de la calidad de vida y de identidad cultural entre la población local, que se ve abocada a tener que marchar, abandonar sus barrios para que pasen a ser ocupados por población foránea con mayor poder adquisitivo.
Basta observar lo que acontece en la zona de la Isleta, Puerto, Tomas Miller, Guanarteme en Gran Canaria, por poner un ejemplo, para comprender el cariz que está tomando la llegada legal de más de 50 mil personas anualmente desde España, la UE y de otros países no comunitarios que llegan para establecerse aquí, como si de una mudanza se tratara.
La realidad es que Canarias se encuentra atada de pies y manos. Además, la parálisis de los políticos canarios que son incapaces de abordar con valentía, determinación y coraje, la única vía posible como solución para poder legislar acorde a nuestras necesidades reales.
Nos encontramos con que tenemos también una ceguera y sordera social que prefiere mirar a otro lado en lugar de afrontar las soluciones que se deben exigir a los políticos canarios.
CANARIAS COMO RUTA DE PASO A LA UE VERSUS ESPACIO SCHENGEN (SOMOS FRONTERA DE LA UE EN EL ATLÁNTICO)
Que el Archipiélago se encuentra dentro de las rutas para llegar a la Unión Europea, no es nuevo. Lo sabemos de sobra. Pero no es menos cierto que desconocemos las razones que originan esta situación. Es hora de saber que desde el momento en que España firmó el Acuerdo Schengen o Espacio Schengen – y debido al acuerdo de plena integración de Canarias en la propia UE, formamos parte del territorio de la Unión, ello nos convierte en frontera en el Atlántico.
¿Formar parte del Espacio Schengen hace que Canarias esté en la ruta de llegada a Europa? La respuesta es afirmativa, SÍ.
Mientras no cambiemos el modelo de relación con la UE al estatus de PTU – País y Territorio de Ultramar, seguiremos formando parte del Espacio Schengen y sufriremos las consecuencias de ser frontera de la UE.
¿El fracaso de las políticas colaborativas para el desarrollo y progreso de los países africanos vecinos favorece la salida de personas en busca de otras alternativas en la UE y afecta a Canarias?
La respuesta es afirmativa, SÍ
EL FRACASO DE LAS POLÍTICAS DE LA UNIÓN EUROPEA EN CUANTO A COLABORACIÓN AL DESARROLLO
Canarias debería desplegar también políticas colaborativas de acción exterior con nuestros vecinos. Por razones de estrategia, de economía y de seguridad. Política de hechos consumados. Impulsar acuerdos de formación, educación, de asistencia sanitaria y aquellos que vayan encaminados a empoderar y elevar la calidad de vida de quienes allí viven, nos permitiría alcanzar acuerdos como aliados y facilitar un mejor entendimiento de vecindad internacional.
Con estatus de PTU – País y Territorio de Ultramar sí podríamos realizar perfectamente estas acciones y políticas, que a buen seguro estarían avaladas incluso por la UE con respaldo de Fondos de inversión de Desarrollo Estructural o el Instrumento de Vecindad, Cooperación y Desarrollo al cual tendríamos acceso para impulsar esta labor necesaria en nuestro entorno cercano.
CANARIAS ANTE LA MIGRACIÓN DESDE LA UNIÓN EUROPEA
Para poder frenar al gigante de la UE y sus potenciales 440 millones de habitantes que podrían venir a vivir a Canarias si quisieran, solo tenemos una opción, cambiar al estatus de PTU – País y Territorio de Ultramar en relación con Europa. ¿Por qué esta afirmación?
Porque el Estatus de PTU permite firmar un acuerdo bilateral Canarias – UE donde se tendrán en cuenta las realidades de Canarias, sus singularidades, especificidades, problemas estructurales, necesidades de la población local, etc.
No existe un modelo concreto de Acuerdo específico como PTU porque todos los territorios que se rigen por este estatus son diferentes unos de otros, en necesidades, recursos, potencial de desarrollo, etc., y esto permite una negociación diferenciada con la UE con respecto a la realidad canaria.
ESTBLECER LA REGULACIÓN DE RESIDENCIA EN CANARIAS, ES DE IMPERIOSA NECESIDAD
Nuestra pertenencia a la Unión Europea bajo el actual estatus de RUP —regiones ultraperiféricas— que implica la Plena Integración de Canarias en la UE no nos permite actuar con las herramientas jurídicas necesarias para legislar en esta dirección tan necesaria.
Actualmente, la plena integración de Canarias en la UE nos obliga a permitir el libre establecimiento de ciudadanos de la Unión Europea, también la libre circulación de trabajadores que vienen a establecerse en nuestro País Canario, por lo que regular la residencia en Canarias sólo sería posible desde un nuevo estatus o Acuerdo de Asociación Especial de Canarias como País y Territorio de Ultramar, PTU.
Mientras no queramos comprender el camino a seguir podremos seguir gritando en las calles sin lograr avance alguno para nuestro bienestar y calidad de vida.
Es una cuestión de sentido común en territorios limitados y acotados como los nuestros y la capacidad de carga poblacional tiene un límite, que una vez sobrepasado se tensiona a la sociedad civil.
REGULACIÓN DEL MERCADO LABORAL CANARIO, PRIORIZANDO EL EMPLEO A LA POBLACIÓN LOCAL
El artículo 52.4 de la Decisión del Consejo de Europa sobre las relaciones con los PTU, permite a las autoridades de los PTU establecer políticas de protección para mantener e impulsar el empleo de la población local.
Ello nos permitiría frenar la llegada de trabajadores para cubrir puestos de trabajo para los cuales la población local está capacitada para su desempeño. Este freno también ayudaría a paliar el actual problema de acceso a la vivienda que existe en Canarias.
LIMITACIÓN DE LA VENTA DE VIVIENDAS A NO RESIDENTES ES NECESARIO
El estatus de PTU nos permitiría establecer limitaciones a la venta de viviendas a no residentes pues está afectando a la situación de acceso por encarecimiento de precios tanto de alquiler como de compra. No podemos obviar que el 30% de las viviendas se han vendido a manos extranjeras en el último año. Que 386 mil viviendas en Canarias están en manos de extranjeros que las usan en temporadas y luego se alquilan como vivienda turística.
Y qué podemos decir del alquiler vacacional que está distorsionado el mercado inmobiliario de alquiler y compra, sometiendo a la sociedad civil canaria a la expulsión de su barrios, ciudades y municipios costeros en nombre de un sector económico turístico despiadado, sin equilibrio ni armonía, que no convive, sino que invade y distorsiona la vida a las personas.
CANARIAS DEBE NEGOCIAR ASUMIR LAS COMPETENCIAS EN MATERIA EXTRANJERÍA.
Canarias debe solicitar las competencias en materia de extranjería para poder desarrollar una ley acorde también a nuestras necesidades y realidades sin que ello suponga el menoscabo de la ayuda humanitaria necesaria en situaciones especiales, contemplando la realidad actual pero que podamos actuar desde el Archipiélago y no estar a la espera de decisiones de terceros.
POLTICAS DE COLABORACIÓN AL DESARROLLO Y RELACIONES DE BUENA VECINDAD CON PAÍSES DE NUESTRO ENTORNO CERCANO
Desde el estatus de PTU, país y Territorio de Ultramar, podemos acceder al instrumento de vecindad, cooperación y desarrollo exterior de la UE. Esta herramienta nos brinda la posibilidad desplegar programas y políticas de colaboración y desarrollo exterior que ayuden a establecer vínculos que permitan actuar sobre situaciones de migración masiva destino al Archipiélago y que a su vez supongan oportunidades comerciales, de desarrollo económico y profesional para nuestras islas necesitadas de diversificación económica y creación de empleo que no suponga deteriorar más nuestro territorio.
ABANDONAR EL ACUERDO DEL ESPACIO SCHENGEN SE HACE NECESARIO
No podemos obviar, ni olvidar, que la Plena Integración de Canarias en la UE, en este momento vinculados como RUP somos territorio de la UE. Poner pies en nuestro Archipiélago es hacerlo en la Unión Europea. Estar dentro del acuerdo del Espacio Schengen nos obliga a ser frontera exterior de la UE, pero sin los medios materiales y humanos para ejercer esa labor fronteriza.
Al amparo del estatus de PTU, País y Territorio de Ultramar, podríamos abandonar también el Espacio Schengen, pues el Tratado de La Unión Europea y sus acuerdos no serían de íntegra aplicación. Se nos brindan otras oportunidades de negociación con la UE, lo cual sería una ventaja pues dejaríamos de ser frontera oficial y facto, en el Atlántico y puerta de entrada directa a la UE.
El Archipiélago Canario dejaría de ser un punto atractivo en la ruta migratoria para entrar en la UE, disminuiría muchísimo la llegada de personas por esta vía. ¿Por qué? Con el estatus PTU dejamos de ser, administrativamente, territorio de la UE, solamente la población local tendría la condición de ciudadanía de la Unión Europea, al ser ciudadanos de un Estado Miembro, en este caso España y quienes viniesen aquí tendrían que hacerlo con documentación en regla por canales oficiales y diplomáticos.
De esta forma, también dejaría de tener sentido que la migración del continente vecino viniera hasta aquí para no poder llegar al destino final, que no es otro que llegar a países diversos de Europa.
La Sociedad Civil Canaria debe cuestionar a los políticos canarios y a España por esta alternativa que se contempla en el Tratado de La Unión Europea que es el estatus de País y Territorio de Ultramar, PTU.
Ricardo González Roca Fonteneau
Portavoz y Secretario de Organización y Comunicación de Liberación Canaria