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Contra la subida de la factura de electricidad a las clases populares

A partir del pasado uno de junio se ha implementado la nueva tarifa eléctrica en el Estado español. Con ella el Gobierno ejecuta una nueva subida al precio de este bien básico y demuestra su papel al servicio de las grandes multinacionales

El Gobierno incumple de nuevo, no solo su programa, sino los mínimos compromisos para con las clases trabajadoras. Pues, en el acuerdo de Gobierno de coalición se incluía la reforma de la tarifa eléctrica reduciendo el precio para los primeros kilovatios hora consumidos, es decir, el que consume la mayor parte de los hogares. Sin embargo, este mayo el recibo de la luz ya era el cuarto más caro de la historia tras subir un 44%. Con este nuevo sistema el Gobierno traslada a las horas de madrugada (de 00h a 07h) y a los fines de semana, las franjas “valle”, es decir, las de precio más bajo.

Tanto la potencia contratada como la energía consumida alcanzarán un precio 2.000% más caro en las horas punta que en las horas valle. ¿Por qué? Con el fin de destinar el consumo en los hogares a un horario no usado normalmente por la industria y el transporte, quienes constituyen actualmente los principales consumidores de energía eléctrica, y evitando así la necesidad de invertir más dinero en la puesta en marcha de una infraestructura capaz de soportar el actual consumo de hogares, industria y transporte en las mismas franjas horarias. Gasto que sin embargo el ejecutivo ya está llevando a cabo con el fin de financiar macroproyectos que no son necesarios, ni deseables. Como es el caso de las interconexiones eléctricas con Francia y Marruecos.

Conviene señalar que actualmente el consumo de los hogares supone aproximadamente el 18% del total. Con esta medida no solo se encarece el precio de la luz, que independientemente de la renta todo el mundo paga por igual, afectando principalmente a las clases populares, sino que además relega las tareas del hogar, normalmente llevadas a cabo por mujeres, a horarios de descanso. Es decir, se vuelve a exigir el empeoramiento de las condiciones de vida y de salud, para que las multinacionales puedan seguir contando con las mejores condiciones posibles para su actividad. Como hiciera en otras ocasiones, apenas han pasado unos meses del anuncio entorno a los peajes en carreteras, el Gobierno emplea la más que necesaria transición ecológica, como excusa para llevar a cabo este nuevo golpe de mano.

La necesaria reducción del consumo energético, la instalación de equipos más eficientes, … son medidas que el Gobierno “progresista” impone sobre los pequeños consumidores, clases populares, autónomos, en lugar de exigirlo a los principales responsables, las grandes compañías. Si el Gobierno quisiera realmente concienciar de la necesidad de reducir el consumo, intervendría contra las grandes compañías. El Gobierno, tiene la posibilidad de llevar a cabo reformas en esta dirección. Endesa ganó 1.394 millones en 2020, ocho veces más que antes de la pandemia. Mientras tanto, el Gobierno entregará los fondos europeos (Netx Generation) a las grandes empresas bajo la retórica “verde”. Iberdrola o Repsol serán algunas de las grandes beneficiarias de estos recursos públicos. La transición ecológica no puede ser a costa de las clases trabajadoras. Por ello llamamos a participar en las movilizaciones convocadas o que se convoquen próximamente desde los movimientos sociales contra estas subidas de precios.

Contra la subida de la luz a las clases populares

Nacionalización del sector energético

Empresa pública de energía, limpia, barata y sin cortes

 

Anticapitalistas Canarias

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