El derecho a perderse
Me apetece poner un grito en el cielo (de los que son necesarios), por una sola razón y esa es, el derecho a perderse.
Por los que aullamos a la luna aun teniendo en cuenta que no nos escuchará.
Por lo que vivimos sin encontrarnos, sabiendo que este camino se acaba.
Por el existencialismo a su máximo exponente, por los contras más que los pros.
Por perdernos en lo más que perdido y permitirnos existir dentro del abismo de lo incierto.
Por el derecho a actuar por encima de nuestras posibilidades.
Por los fantasmas que nos atosigan alrededor de nuestras cabezas.
Por ser y no ser, por el arte de estar vivos.
La vida nos arde por dentro, así que aullemos por arder, a sabiendas que seremos petrificados por el tiempo.
Yasmín Bouzaoui Acosta