El ‘pacto de las flores’ anuncia que piensa pedir más de 4.000 millones para trenes del plan de recuperación europeo
No hace tanto que el Gobierno de Canarias anunció el plan de vivienda 2020-2025 por un importe de 664 millones de euros que implicaría la construcción de 5.900 casas y la rehabilitación de otras 10.200. Pues eso multiplicado por siete aproximadamente es lo que piensan gastarse, con el dinero que Europa ofrece para la recuperación económica en medio de la peor crisis que probablemente lleguemos a conocer, en dos trenes hacia los sures de Tenerife y Gran Canaria, más el tramo de tranvía a Los Rodeos que todo el mundo rechaza. O casi, pendiente queda ese proceso de participación prometido que se habrá quedado confinado también en este caso para siempre.
Pero puestos a echar números, sin duda con ese dinero no sólo se podría dar tratamiento a todas las aguas residuales generadas en Canarias en núcleos de más de 5.000 habitantes, sino que éstas quedarían perfectamente listas -mínimo- para el uso agrícola, con redes de riego incluidas, y probablemente todo ello con energías renovables. Y desde luego que con ese dinero nos podríamos poner por encima del 80% en energías renovables sin la más mínima duda y de titularidad pública, para que el recurso de todos no se lo lleve nadie a sus bolsillos.
Y si vamos por la movilidad pues, en fin, con más de 4.000 millones (diez túneles de Erjos que es la inversión más grande de la historia de Canarias en una obra) se podrían rehabilitar todas y cada una de las carreteras de todos los pueblos de Canarias y dejarlas adaptadas para ciclistas y peatones con la máxima seguridad, con estándares europeos vamos, que estamos a años luz de eso. Carreteras me refiero con carriles adicionales para vehículos lentos allí donde es preciso y accesos tipo VAO a los principales núcleos para entrar y para salir. Echen números y verán.
Si de Educación hablamos sin temor a equivocarnos se podrían echar abajo todos los centros educativos de Canarias (infantil, primaria, secundaria y universidad) y rehacerlos con lo último, incluso todos sostenibles con energías renovables, climatización ecológica, etc. así como instalaciones deportivas cubiertas y de primer nivel. Hace un par de años me comentaba un alumno del Cabrera Pinto que había ido de intercambio a Israel el mal rollo que tenía en el cuerpo por recibir a los israelitas aquí después de ver las instalaciones con las que ellos contaban allá. Y hablamos del Cabrera Pinto compadre, que es referencia -o eso dicen- pese a que ni pabellón cubierto tiene el más importante instituto de Tenerife probablemente por historia.
En Sanidad no vamos a volvernos locos, un hospital como el Doctor Negrín a día de hoy y con todas las dotaciones de primer nivel podría costar 500 millones de euros echando para arriba. Cómo se le puede pasar a uno por la cabeza que haya unos locos dispuestos a gastarse en trenes, que solucionarían en todo caso una parte y hacia las zonas turísticas desde las capitales a ver de qué va eso, lo que costarían ocho hospitales como el único moderno de Canarias que ya se está quedando anticuado también. ¡Sanitariamente tanto el sur como el norte de Tenerife están hechos un desastre!
En agricultura se podría llegar el 80% de autoabastecimiento también y en desarrollo industrial pues yo qué sé, para eso hace falta una buena formación que aquí no ha interesado a nadie, pero nos podríamos convertir en un polo de atracción aprovechando los factores que nos favorecen que haberlos los hay como la localización o las energías baratas si nos vamos al modelo sostenible por el que llevamos clamando en el desierto por décadas.
Pues no, cuando todo indica que necesitamos diversificar nuestro modelo productivo éstos siguen con la misma receta, mandar a la gente al sur a servir copas, fregar calderos y a hacer camas pese a que el billete de tren, con nuestros sueldos, ni de coña. Acaso compartir cochito como hacemos muchos a día de hoy porque no hay otra forma.
Y cualquier alternativa a los trenes esos, la que sea, generaría diez veces más puestos de trabajo que esa tecnología que no deja nada. Ni un tornillo se fabrica aquí y gran maquinaria incluida tuneladora se haría cargo del grueso de la obra. Electrificación, maquinaria, unidades… todo viene de Europa que sin duda estaría encantada de favorecer su industria con este dispendio sin nombre. Un tren que, en el caso de Tenerife pararía en Añaza, en Punta Larga y su siguiente parada sería nada menos que en San Isidro, aeropuerto y pasaría de largo nada menos que por Las Chafiras y por Guaza para volver a hacer parada en Los Cristianos y en medio de unas plataneras cerca de Fañabé. ¿Para quién es útil eso si te recoge y te deja lejos de todas partes y te obliga a hacer transbordos imposibles?
Este es el panorama, la Canarias que nos deja el pacto de las flores que ha sido posible gracias a Podemos, su número uno no obstante fue enchufada en su día por Román Rodríguez en asunto de trenes también y por ahí irá su futuro muy probablemente cuando deje la política que anuncia será pronto. A Podemos y al cacique de La Gomera. Triste panorama para los que esperábamos un paso firme hacia la sostenibilidad, hacia la sanidad y la educación pública y hacia la diversificación económica que es algo así como la antítesis de lo que significa este salto al vacío anunciado hoy a bombo y platillo por el Gobierno de Canarias.
La crisis de 2008, que provocó que el asunto trenes quedase de alguna manera aparcado pese a que siguió dilapidando en proyectos un dinero que no teníamos, y viene a ser una crisis mucho peor y de consecuencias más imprevisibles la que lleva a estos personajes a dilapidar en disparatados proyectos que no conducen a nada un dinero que pasado a pesetas son más de 650.000 millones, acercándonos peligrosamente al billón. Imagínense ustedes el nivel de chifladura al que estamos llegando ya. No quitamos de encima a la CoCa y lo que nos vino, amigo, muchísimo más chungo.
Fuente: https://noincineraciontenerife.wordpress.com