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Es el momento de acentuar la campaña contra la apetecida Venezuela: «Se cierra el cerco»

Me atrevo a afirmar que en todo el siglo XX y lo que va del XXI, nunca un país latinoamericano había sido objeto de un cerco agresivo desestabilizador como el que afecta a Venezuela en estos días. Me dirán que olvido el que hubo contra Cuba en los años 60; no lo obvio, es distinto, porque en esa época no tenía fuerzas internas opositoras de la magnitud de las que hay en Venezuela, ni las libertades democráticas que hay en nuestro país. Quizá se parece más a la situación de Chile en los 70, que terminó con el derrocamiento y muerte de Allende e imposición de una de las más criminales dictaduras del continente.

Desde hace algún tiempo se denuncia la guerra económica, el cerco mediático y las más diversas acciones desestabilizadoras internas y desde el exterior, pero aprovechando el episodio de la OEA se han puesto contra Venezuela al menos a 15 países latinoamericanos, que forman amplia mayoría en Unasur, y que hoy siguen los pasos de Washington. Debe agregarse que, según versión parcializada, la Unión Interparlamentaria Mundial aprobó una declaración contra Venezuela, que pareciera redactada por la oposición.

Lo más grave es que el Almirante Kurt W. Tidd, jefe del Comando Sur, en informe a la Comisión de Servicios Militares del Senado de EEUU, y no a la Comisión de Política Exterior, como lo hacían antes, y como debe ser, pues ese Comando depende del Departamento de Estado, les advierte que “la crisis en Venezuela podrá obligar a una respuesta regional”, que “la inestabilidad en Venezuela afecta a toda la región”, y les explicó que esa inestabilidad en nuestro país es debida “a la escasez generalizada de medicamentos y empeoramiento de la situación económica” que ha generado “una creciente crisis humanitaria en Venezuela que podrá obligar a una respuesta regional”. Que, por supuesto, no trascendió cuál podría ser, pero tratándose de esa comisión, es de suponer que sería una respuesta militar. Y de paso manifestó su preocupación por la influencia de Rusia, China e Irán en América Latina.

Desde el acceso de Chávez al poder hasta hoy, nunca Venezuela se había encontrado en esa situación de cerco, amenazas y asedio como esta.

Situación complementada con una agresiva oposición que cree llegado el momento de dar el empujón final al gobierno del presidente Nicolás Maduro, combinando acciones de la Asamblea Nacional y de EEUU-Almagro en la OEA con los grupos más violentos en la calle que han enfrentado a los cuerpos policiales, hicieron graves destrozos en el liceo más completo de Venezuela (hasta piscina tiene) el “Gustavo Herrera”, que llevaron a la dirección del PSUV a un llamado a la solidaridad internacional, y a la reunión extraordinaria de los cancilleres de la Alba en La Habana y a Diosdado Cabello a llamar al chavismo a un “alerta vigilante”, prestos para pasar a un “alerta combativa” si la oposición se pasa de la raya. Nunca habíamos escuchado un llamamiento similar, lo que revela la gravedad de la situación.

Uno se pregunta ¿cómo es posible que la convocatoria de la dirigencia de la oposición, que reunió un gentío, no pudiera deslindarse de los hechos violentos ocurridos? Ocurre que la forma como se organizó esa manifestación del jueves y la magnitud de los hechos violentos, demostraron que no eran acciones de un grupo de desalmados, radicales, sino que tenían el compromiso de la mayoría de sus dirigentes, y planes que no pudieron ejecutar por la oportuna acción de las autoridades.

La situación, tal como está planteada, pareciera reflejar que en Washington han sido convencidos de que es el momento de acentuar la campaña contra la apetecida Venezuela, razones por las cuales se explican las exhortaciones a estar mosca como en ninguna otra ocasión.

Hipócrita la política de EEUU contra el terrorismo que con el Ejército Islámico a la cabeza mantiene desde hace años contra Siria, y ahora con el pretexto de castigarlo por ser responsable de uso de armas químicas, que ha sido negado por Damasco y que Rusia propone investigar, quedó al descubierto con su ataque a una base militar de ese país, que tuvo muertes civiles, entre ellas, cuatro niños. En el Consejo de Seguridad hubo quienes lo defendieron, quienes quieren repartirse países árabes y quedarse con sus riquezas.

Otro gran diario mexicano, “Norte”, dijo “Adiós” a sus lectores. Era temerario continuar después de las amenazas y asesinato de Miroslava Breach, quien investigaba la corrupción y los ¡¡nexos entre políticos y bandas criminales!! Pero ¿ustedes creen que la SIP o la OEA han dicho esta boca es mía? Absoluto silencio. México se ha convertido en el país latinoamericano donde es más peligroso ejercer el periodismo: cinco asesinados en lo que va de año.

A Miami debieron ir los tenistas venezolanos a jugar en la Copa Davis contra El Salvador. Ni un solo juego se realizará en Venezuela, porque la Federación Internacional consideró ¡que era peligroso! Pero nadie, ni la Federación de Tenis ni el IND ni Min-Deportes dijeron nada.

El Parlamento alemán estudia un proyecto de ley que les presentó el Ejecutivo con serias limitaciones a las “informaciones” transmitidas por las redes sociales: “son una gran amenaza a la convivencia política”, dice el proyecto. Las multas llegan hasta 50 millones de euros. ¿Exageraditos?

Ernesto Samper, secretario general de la Unasur, declaró que una agenda electoral explícita es la mejor forma de conjurar la crisis política. Lo dice quien ha estado en las conversaciones con ambas partes y promoviendo como pocos el diálogo. ¿Lo habrán escuchado?

El asedio contra la expresidenta Cristina Fernández es como el que tienen contra Lula, que sigue punteando todas las encuestas presidenciales. No es el caso de Cristina, quizás el deterioro del gobierno de Macri les hace adelantar esa campaña, pero el asedio parece igual.

 

 

 

Eleazar Díaz Rangel, director de Últimas Noticias

Fuente:  http://www.ultimasnoticias.com.ve

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