Les damos igual
“En los últimos cuatro años, han emigrado más de cien mil canarios y canarias en busca de empleo y salario digno. Mientras tanto la población en Canarias aumenta. Hay superpoblación. Es un hecho inaudito que nunca se había producido”
“Se está produciendo una sustitución de la población local por población foránea”
“Hay que limitar la residencia en Canarias, controlar el mercado laboral canario, prohibir la venta de viviendas a extranjeros, establecer moratoria a la construcción de más hoteles, limitar la vivienda vacacional, dar salida a 211 mil viviendas vacías…”
La Unión Europea está matando a Canarias, pero entre España, el Gobierno de Canarias y cabildos, nos rematan, sin reparar en la miseria y abandono absoluto. La Unión Europea dice que RED ELÉCTRICA ESPAÑOLA puede quedarse a formar parte del oligopolio energético canario. Le concede la excepcionalidad necesaria para impulsar su negocio y cuenta de resultados en las Islas. Produce y almacena, distribuye a la red.
Endesa se queda con la tarta de la distribución y parte de producción, que es la que hace actualmente. El resto del negocio se reparte para parques eólicos y de fotovoltáicas, a manos de Naturgy y grupos de inversión canarios. Así va la tarta energética canaria.
Nosotros como canarios no veremos un céntimo de beneficio de este desaguisado. Pero sí pagamos el precio, no solo del recibo, sino que entregamos nuestro territorio a empresas foráneas, que se frotan las manos con el regalo de la rendición de las Islas a sus intereses. Abrazan a Morales y al Gobierno Canario de Clavijo por el regalo de su apoyo y empuje incondicional.
A cambio, en las próximas semanas, te querrán hacer creer que es un proyecto avalado democráticamente porque, simplemente, todas las fuerzas políticas están implicadas en la fiesta. Eso dicen y sostienen algunos, sin valorar los problemas de fondo que genera este modelo de Transición Energética en Canarias.
Cierto es que se nos ha negado toda información posible de alternativas frente a este desastre ambiental que ahora ampara la UE y las Instituciones canarias, junto a grupos empresariales locales, que se han habituado a diseñar nuestro presente y futuro en despachos opacos, sin contar con la sociedad civil del Archipiélago.
Mientras tanto, todos siguen a lo suyo. Ocupados en hacer caja
Destrozan el territorio en nombre de la cacareada soberanía energética canaria que es inexistente. Nos hablan en nombre del “Cambio Climático” y de la necesaria “Transición Energética” para liberarnos de la catástrofe. Vender miedo siempre tuvo buen resultado.
Teniendo en cuenta que no tenemos un Plan Canario que guíe y defina el modelo real que necesitamos, no deja de ser curiosa la desmesurada rapidez con la que se da visto bueno a la aprobación, por razones de interés estratégico, la implantación de parques eólicos en tierra y de placas fotovoltáicas, incrustados en terrenos de cultivo, sin ton, ni son, que perjudican de forma irreversible nuestro reducido espacio territorial disponible.
Además, a lo mencionado anteriormente, le añadimos la pronta llegada de la eólica marina frente a nuestras costas, resulta evidente afirmar, que el sector de la energía es un negocio muy rentable, goloso y exquisito en Canarias, para inversores de todo tipo que buscan aferrarse a la permisividad y connivencia, auspiciada desde las Instituciones que debieran protegernos a nosotros.
A la luz de los acontecimientos queda claro que la defensa de nuestros intereses no les importa nada. Les damos igual.
La UE ha tomado una decisión que nos deja vendidos y desnudos, sin defensa alguna, frente a un modelo de Transición Energética destructivo y arrollador del Archipiélago que toma como modelo a Gran Canaria para cebarse con la isla y continuar hacia el resto de las islas.
Antonio Morales, elegido como dirigente que impulsa, defiende y abre camino a la destrucción de Gran Canaria, aplaude un modelo que nos deja en manos de fondos de inversión, como BlackRock, de empresas como REE, Endesa, o Naturgy que sólo buscan rentabilidad económica a nuestra costa, usando todas las artimañas jurídicas para quedarse con nuestras riquezas naturales, llegando hasta la expropiación de los terrenos necesarios de quienes son habitan las islas.
No seamos ingenuos
La tarta del mercado energético canario supone una factura de 4.000 mil millones de euros anuales. Así, tal como suena y lo lees. Un pastel económico muy goloso, del que quieren participar, en exclusiva, las grandes corporaciones y algunos grupos de inversión empresarial canario, dispuestos a saquear su propia tierra a costa de llenar el bolsillo sin mayor contemplación.
Que lo hagan los de fuera tiene su lógica porque siempre lo han hecho y no hemos sabido o querido frenarlos, es su función pero que los de dentro sigan contribuyendo al desaguisado, en lugar de alzar la voz para frenar esta fiesta inconsciente, da hasta cierto grado de alta vergüenza.
Aquí, prima el reguero de dinero que fluye por el sistema de distribución eléctrico del Archipiélago. Punto. Fin del cuento chino de la Ecoisla de Antonio Morales. No existe el interés general, ni el desarrollo de sectores estratégicos, ni insulares. El único interés que prima, en toda esta farsa, es el particular, el de ellos. El de llenar su bolsillo.
Y de la UE, mejor no hablar, aunque debiéramos hacerlo y lo haremos.
Nuestro territorio se ha convertido en un solar de libre disposición para hacer con él lo que se quiera, sin preguntarnos nada. Nos tratan de la misma manera que cuando la conquista. Los canarios y canarias no tenemos ni voz, ni voto, ni derecho a tarta, ni al papel del envoltorio, ni al lazo del empaquetado. Todo eso es para los señoritos de guante negro, sin conciencia, ni honor. Son ellos los que se sientan a la mesa de la hipocresía política canaria.
La UE da visto bueno a Chira-Soria, ello implica que detrás caerá la central hidroeléctrica de la Aldea de San Nicolás e irán a por la de Güímar, que ya está planificada también. Todo forma parte de un plan debidamente orquestado a distintos niveles que permitirá, a cada cual, recibir su particular porción de la tarta. Todo estómago agradecido no muerde la mano del amo que le da de comer. Y aquí en Canarias, en las Instituciones, hay mucho de eso. Lo sabemos.
El dispendio económico está servido, ayudas, subvenciones, agilización de trámites, evaluaciones de impacto ambiental que no se valorarán de la forma debida. El negocio estará protegido, vestido de legalidad, para que la sociedad civil no pueda defenderse del abuso y atropello que le espera.
Todo ello irá acompañado de campañas institucionales para vender las benevolencias del modelo. Alegatos a la supervivencia de la raza humana, el peligro mundial del clima, que el precio que pagamos es razonable, bla, bla, bla.
Sí, la tarta con la guinda ya está en la mesa, y los comensales con sus platos dispuestos a comer su trozo, como hienas que acechan a las víctimas heridas que somos.
Así está Canarias, herida de muerte, sin la ayuda de los suyos que miran a otro lado para dejarla morir sin más. En manos de auténticas hienas económicas y políticas, incluidas las locales.
El destrozo territorial que todo ello supone en corto espacio de tiempo, solo forma parte de un plan en el que Canarias y su gente no son de interés para nadie. Somos una oportunidad de negocio especulativo y destructivo. No hay más. No busquemos creernos los mantras del cambio climático, la huella de carbono, ni la huella del baifo que se escapó con las cabras de Antonio Morales. Esto es un negocio puro y duro. Escalofriante.
Para la Unión Europea, España, el Gobierno de Canarias CC/PP para los cabildos de Nueva Canarias, para ningún partido español (PSOE, Podemos, Sumar, estar o dividir, el partido que quieras) existe interés alguno en que la población local isleña mejore su calidad de vida. Que pueda disfrutar de mejores salarios. Que pueda salir de la pobreza estructural. Que disponga de mejor educación y formación. Que pueda acceder a una vivienda digna. Que se proteja su Sanidad. Les damos igual. Lo escribo en mayúsculas: LES DAMOS IGUAL
Los canarios y canarias somos okupas en nuestra tierra. Cada día nos arrinconan más. Nos expulsan de los barrios, de las costas que habitamos, de las ciudades. Somos un incordio para ellos y sus negocios. Diseñan en despachos un futuro que no contempla al canario. Lo hacen en nombre del interés general, nos dicen. Pero nunca nos preguntan. Ellos solos deciden en nuestro nombre porque se otorgan un derecho que no se les ha concedido.
Nos quieren, a los canarios, fuera de su vista. Que volvamos al interior del territorio o a ser posible que emigremos, pero ya hasta eso tiene fecha de caducidad.
¿Por qué caducidad?
Porque hasta tu propio Gobierno de Canarias va a aprobar que en Canarias se pueda construir en suelo rústico. Se han aliado con el negocio inmobiliario, la construcción y los grupos hoteleros foráneos. Aducen que así se puede resolver el problema habitacional de nuestro pequeño y gran país canario. Pero es falso.
Hay que limitar la residencia en Canarias, controlar el mercado laboral canario, prohibir la venta de viviendas a extranjeros, establecer moratoria a la construcción de más hoteles, limitar la vivienda vacacional, dar salida a 211 mil viviendas vacías…
Lo que no es el camino es continuar con más cemento, más ladrillo, más edificios en territorios limitados, frágiles, con entornos protegidos y un rico patrimonio natural, no puede permitirse este ataque tan feroz. No hay sonrojo alguno, lo dicen abiertamente, lo quieren todo. Absolutamente todo.
Los canarios y canarias clamarán al cielo dentro de unos años, pero las consecuencias serán merecidas por su propia indolencia.
No hay excusas. Quien no lucha por lo suyo, por su tierra, por su gente, por su bienestar, por las próximas generaciones, lo pierde todo merecidamente.
Puede ser que incluso luchando se pierda, pero cuando ya no queda ni la dignidad de resistir es que has muerto antes de la batalla política, social y económica.
El modelo de Transición Energética que representa Chira-Soria, junto al modelo turístico que abre la veda para implantar mayor número de camas hoteleras y arruinar al sector primario, es el mayor atentado cometido para forzar la desaparición de la población local canaria, que queda abocada a la emigración forzada, tal como viene sucediendo en los últimos años.
Se comen el territorio de cabo a rabo, con todo lo que ello implica. Se comen nuestras vidas, trabajos, expectativas, ilusiones, y esperanzas de mejoras. En los próximos años nos iremos alimentando de aspas de molinos, cableados eléctricos y placas fotovoltáicas, de cemento, ladrillos e inmuebles por doquier, incluso es posible que suceda, en un estado de arrebato desesperado, que hasta nos comamos a algunos de los guiris despistados por lo que quede de nuestros barrancos, si es que dejan alguno.
En los últimos 4 años, han emigrado más de 100 mil canarios y canarias en busca de empleo y salario digno. Mientras tanto la población en Canarias aumenta. Hay superpoblación. Es un hecho inaudito que nunca se había producido.
Esto significa que se está produciendo una sustitución de la población local por población foránea. Dato para reflexionar sobre las implicaciones y consecuencias de este proceso planificado.
Canarias tiene los días contados, salvo que se despierte del letargo invernal y estemos dispuestos a plantar cara a las hienas que no dudan en acechar todo signo de debilidad para atacar en manada a su presa que no es otra que nuestra tierra y su gente.
Están aquí desde hace tiempo de la mano de canarios que nos han vendido. La falta de implicación es un problema. Si no se llega a las instituciones para Gobernar, Canarias, nuestra tierra, está abocada a su expolio con nuestra complicidad. Diremos aquello de aquí no hay quien viva y, tristemente, será cierto.
DEP CANARIAS. Descansemos en paz
Al final, ¿tendrán razón quienes defienden que hay que salir de la UE a toda costa porque nos están echando de nuestra tierra sin contemplaciones, nos matan de hambre y se quedan con nuestro país canario?
Nos queda una ardua y compleja labor por delante. O despertamos o morimos como sociedad canaria. Por de pronto, lo están logrando.
Canarias, mójate. Porque es hora de hacerlo.
Hay soluciones, hay esperanza de construir Canarias de otra manera, pero no de la mano de quienes están al frente de las Instituciones Canarias, hoy. Ellos/as sobran. No nos representan. Representan intereses que no son los que Canarias, nuestro país necesita.
P.D.
Los datos de la realidad socioeconómica de Canarias son realmente penosos, desalentadores, se miren por donde se miren, salvo que no se quiera mirar porque la realidad vista de frente duele a los ojos, los ojos son el espejo del alma y el alma del Canario está dañada y rasgada a girones.
Ricardo González Roca
Secretario Nacional de Organización y Comunicación
Liberación Canaria