Turcón rechaza la Evaluación Ambiental Estratégica del Plan de Transición Energética de Canarias 2030
“El PTECAN 2030 presentado considera a Canarias como un mero solar”
“El PTECAN hace un planteamiento simplemente sustitutivo de fuentes de producción a costa del territorio canario, pero sin la participación de la sociedad canaria ni de los demandantes finales de energía”
Los ecologistas critican el “enfoque del Plan y el concepto de Modelo Energético que promueve Industria del Gobierno de Canarias, tachándolo de confuso y contradictorio con la nueva Ley de Cambio Climático”.
En esa línea de actuación, se aportan alegaciones a la Evaluación Ambiental Estratégica del PTECAN 2030. En un amplio documento de más de 45 páginas con rechazo a la Evaluación Ambiental Estratégica y el PTECAN 2030 y solicitan “una moratoria al desarrollo de energías renovables e infraestructuras asociadas de transporte de energía eléctrica y almacenamiento en el territorio canario, hasta que no se reelabore un nuevo plan realmente participado por la ciudadanía y elaborado desde la perspectiva de la demanda de energía eléctrica”.
Según las alegaciones de Turcón, “el PTECAN 2030 presentado considera a Canarias como un mero solar, con un desarrollo especulativo de las energías renovables sin entender nada de lo que implica el territorio en Canarias, ya que todo se vertebra desde la perspectiva de la potencial oferta de producción y no desde las necesidades reales de la ciudadanía canaria y de cómo satisfacerlas”.
Entre los argumentos que maneja este colectivo ambiental para su rechazo, “es la falta de procesos reales de participación pública y ciudadana. Adolece de procesos participativos teniendo en cuenta las características del territorio en Canarias y de los procesos sociales, económicos, culturales y ambientales que en él se suscitan. Un ejemplo de lo que decimos, son las escasas reuniones que se realizaron, exclusivamente, con operadores y empresas del sector, en reuniones individualizadas para la preparación del PTECAN, como ENDESA ENERGÍA, S.A.U.; RED ELÉCTRICA DE ESPAÑA, S.A.; CEPSA; DISA y el I.T.E.R.
Ninguna reunión con movimientos o grupos sociales, culturales o ambientalistas. Según el parecer de los promotores del PTECAN tienen más legitimación democrática las entidades arriba señaladas que la sociedad civil organizada.
Lamentamos mucho que este proceso no se haya llevado a cabo de manera más abierta y amplia; ya que es el mejor método para definir una sociedad de abajo hacia arriba y a escala humana. Hace falta aplicar instrumentos que sean eficaces para hacer posible la participación de diversos sectores de la ciudadanía en pie de igualdad. De esta forma se conseguiría fomentar el debate público y crear instrumentos sociales innovadores que favorezcan la creación de una relación equilibrada entre la sociedad, el desarrollo, la tecnología y el medio ambiente”.
Turcón-EeA solicita a Industria que “se plantee un modelo energético basado en el uso racional de la energía, el incremento de las energías renovables en zonas urbanas o urbanizables y su capacidad de gestión a través de la gestión de la demanda en todos los sectores de la economía de Canarias. La gran crítica planteada es sobre el enfoque del Plan y el concepto de Modelo Energético que promueve. El PTECAN hace un planteamiento simplemente sustitutivo de fuentes de producción a costa del territorio canario, pero sin la participación de la sociedad canaria ni de los demandantes finales de energía. Pretende simplemente sustituir las fuentes de generación, desvinculadas de la demanda, a costa del territorio de las Islas y para beneficio de grupos de inversión que no tienen más interés que ganar dividendos con el jugoso negocio que se les pone en bandeja”
El grupo ecologista manifiesta en su documento de alegaciones que el PTECAN convierte al “territorio y al mar canarios en meros espacios de especulación para que grupos de inversión generen plusvalías a costa de los recursos naturales de las islas, pero totalmente desconectados de las necesidades reales de cada usuario o demandante local de energía”.
Entienden en su documento que “el PTECAN no cuestiona el modelo de desarrollo canario y convierte a la producción de energías renovables como un fin especulativo en sí mismo y no lo plantea como un medio para satisfacer las necesidades sociales en un proceso de transición ecológica y energética”.
Solicitan al Gobierno de Canarias que se “proteja el suelo agrícola y rústico en todas sus formas como esencial para lograr la neutralidad climática. Las instalaciones de energía deben repensar sus ubicaciones geográficas e incluir como Criterio 1º, las orientaciones de la UE de protección de suelo como elemento principal de almacenamiento y fijación de carbono en la naturaleza y, por tanto, evitar su transformación u ocupación con instalaciones de energías renovables, especialmente fotovoltaica sobre los suelos señalados”.
En este sentido, Turcón cree importante que el PTECAN “promueva un modelo de fotovoltaica que ocupe las cubiertas de edificios o áreas urbanizadas trasladando en gran parte la producción al lugar del consumo, evitando transporte de energía la mayor parte del tiempo (reducción de pérdidas por disipación), así como que aporte más estabilidad al sistema eléctrico insular con medidas de gestión de la demanda. En todo caso, si alguna empresa o fondo de inversión quiere instalar una planta fotovoltaica, debería gestionarlo con propietarios de cubiertas, generando riqueza para la población que no tenga capacidad de inversión en las instalaciones”.
En cuanto al desarrollo de las infraestructuras eólicas, se pide que “se eviten cimas de montañas o lomas que generan impactos inasumibles en el paisaje. Debe tratarse, además, de localizaciones con accesos por carretera previos y líneas eléctricas de evacuación preexistentes a fin de evitar el despliegue de nuevas infraestructuras de este tipo, guardando, además, las distancias de seguridad respecto a viviendas y barrios”.
Persigue Turcón que “a priori, se deben promover este tipo de infraestructuras solo a suelo industrial y/o comercial consolidado en una primera etapa, integrando medidas de gestión de la demanda. Recomendamos realizar una planificación participativa, municipio a municipio, donde se incorpore la propiedad y vocación del suelo en cada caso. Los parques eólicos a promover deberían tener un porcentaje relevante de accionariado de ciudadanía y entidades locales y que el proceso de ubicación sea participativo. Este es un aspecto especialmente relevante; así como, evitar la ocupación de las Áreas Insulares Protegidas, aunque no estén incluidas aún en la red de espacios naturales de Canarias. Esto afecta especialmente al Campo de Volcanes de Rosiana, Macizo de Amurga y al Macizo de Tauro, en Gran Canaria. Que se proteja el Patrimonio Cultural y Natural de Canarias”.
En su amplio argumentario, los ecologistas solicitan que se “que proteja la biomasa de origen orgánico prioritariamente para la mejora de suelos y secuestro de carbono y no como combustible. La conexión del PTECAN 2030 con la estrategia en materia de residuos nos parece prioritaria y necesaria, de forma que los flujos tanto de biomasa como de fracción biodegradable de los mismos se analicen tanto en términos cualitativos como cuantitativos, con el objetivo de optimizar la gestión dentro del marco de la jerarquía de residuos. Las menciones a la valorización energética de la fracción orgánica de los residuos en el PTECAN, nos conducen a cuestionar si esta conexión es sostenible y eficiente, ya que no se especifican los pesos de residuos susceptibles de ser valorizados energéticamente necesarios para la obtención de la energía, dentro de las previsiones contempladas en las alternativas, por lo que desconocemos el análisis de la viabilidad teniendo en cuenta los objetivos de la Economía Circular que contemplan la valorización material como prioritaria. Los textos del PTECAN 2030 demuestran una visión reduccionista respecto a la biomasa y el papel que debe jugar en la mejora y protección de los suelos. El PTECAN no sólo se plantea aquí como el principal destructor del suelo en Canarias por ocupación si no que pretende competir por la materia orgánica que puede mejorar los suelos que aún permanezcan libres”.
Finalmente, Turcón solicita “se excluyan los sistemas de almacenamiento masivo basados en bombeos reversibles de agua, así como, insta a las administraciones públicas canarias para que se reconsidere el proyecto de Bombeo Reversible de Chira-Soria y se promueva un plan de transición energética basado en energías renovables descentralizadas asociadas a los consumidores de energía eléctrica, a la gestión de la demanda y a las microrredes eléctricas inteligentes, y no en grandes infraestructuras que dañen el territorio. La Comisión Nacional de la Energía, así como la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) ya han manifestado sus reticencias sobre este proyecto, por el conflicto de intereses de Red Eléctrica de España en el ejercicio de sus funciones, así como por la conveniencia o no de la implantación de estas tecnologías. No se ha realizado un análisis coste-beneficio independiente para poder valorar los costes que conlleva la implantación de una tecnología frente a otras y los beneficios que puedan suponer para la sociedad”.