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«El conflicto del Servicio de Cocina del HUC se prolonga por la desidia del gobierno y el Servicio Canario de Salud»

Tras dos jornadas de huelga (22 y 29 de septiembre, que continuará los días 17 y 27 de octubre) y sucesivas concentraciones de trabajadores, se mantiene la negativa de la administración a abordar las carencias del Servicio de Cocina en un conflicto que se mantiene desde el mes de agosto. Hay que resaltar que la última reunión con el Comité de Huelga fue el día 13 de septiembre. A pesar de los servicios mínimos abusivos impuestos, se produjeron importantes retrasos en la dispensación de las comidas a los pacientes, únicamente porque los trabajadores cumplieron estrictamente la jornada laboral legalmente establecida.

Hay que destacar que esta dejación en relación con el servicio público, está íntimamente relacionada con el hecho de poner al frente de la gestión de los centros sanitarios a personas no profesionalizadas ni versadas en la materia. Nunca ha contado la consejería de sanidad con un presupuesto tan amplio y, al tiempo, nunca habían sido tantas las deficiencias.

Como en la mayoría de los servicios, tanto asistenciales como generales, uno de los principales problemas que afectan a la calidad en la sanidad pública es la falta de personal derivada a su vez de la falta de inversión.

La plantilla de la Cocina del Hospital Universitario de Canarias debería constar de unos 90 trabajadores, distribuidos en turnos de mañana, tarde y noche, pero este dato, en los últimos meses ha sido sólo teórico, ya que la falta de cobertura de situaciones de Incapacidad Transitoria, vacaciones y permisos reglamentarios genera un déficit de personal donde, hasta el mes de julio, se habrían producido hasta 1277 turnos sin cobertura por la falta de contratación. La diferencia de personal respecto al HUNSC con el mismo volumen de trabajo es de 18 trabajadores.

Esto convierte en insostenibles las cargas de trabajo, a lo que hay que sumar las malas condiciones de las infraestructuras, equipamiento, menaje, la falta de espacio y altas temperaturas y la carencia en temas tan básicos como la uniformidad y el calzado.

No hay personal ni espacio para acometer las tareas de limpieza de los carros de dispensación, los cuales llevan un año sin limpiarse y ha sido objeto de una denuncia en Salud Pública. Pero tal vez lo que genera más riesgo de contaminación es el estado de los boles térmicos donde se sirven los platos de cuchara, que, al estar deteriorados, acumulan en el doble fondo detritus de sucesivos usos.

Mensualmente se lleva a cabo la preparación de más de 100.000 servicios de comida, indispensables para la cobertura de las necesidades básicas diarias de los pacientes. Los cuartos de diferentes alimentos no están a la temperatura indicada y la zona de preparación de dietas libres de alergenos no está correctamente aislada.

Mientras los trabajadores claman por dignificar las condiciones para prestar un servicio correcto y libre de riesgos, el gobierno de Canarias y la consejería de sanidad, conocedores de esta situación sostenida en el tiempo, miran para otro lado, lo que denota la falta de preocupación por los pacientes, usuarios y trabajadores de este hospital de tercer nivel de la sanidad pública canaria que presta servicios asistenciales a toda la población del área norte de Tenerife y la isla de La Palma.

 

Intersindical Canaria

 

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