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El Hierro se suma a la convocatoria “Canarias tiene un límite”

La concentración tendrá lugar en Valverde, frente a la Consejería de Turismo del Cabildo de El Hierro (Calle Doctor Quintero, 4), el próximo sábado 20 de abril a las 12 horas

Convocados por colectivos ambientales y sociales de la isla de El Hierro, el pueblo herreño se suma a la histórica movilización unitaria #CanariasTieneUnLímite. La coordinadora convocante invita a participar en una jornada que debe servir para dejar clara nuestra oposición a la  degradación y destrucción de la naturaleza; a la mala gestión de recursos básicos como el suelo agrícola y el agua; a la masificación turística descontrolada y sus secuelas tanto territoriales como sociales, generando precariedad laboral y dificultando el acceso a una vivienda.

El Hierro, isla con una densidad de población asumible por el territorio, un 60% de su superficie protegida y declarada Reserva de la Biosfera, podría ser un referente de futuro frente al colapso ambiental y demográfico de las islas de Canarias más superpobladas. Pero desgraciadamente, en estos momentos un sector del poder económico y político parece tener como objetivo imitar e implantar el modelo caduco de desarrollismo turístico que tantos impactos negativos ha generado en la naturaleza y la calidad de vida de las personas. Estos emprendedores de la destrucción ambiental, aprovechando la oportunidad que brinda la denominada “Ley de las Islas Verdes”, acaban de elaborar una ordenanza que, entre otras consecuencias, implicará la proliferación de alojamientos turísticos en suelos rústicos de interés agrario y paisajístico de áreas emblemáticas como Nisdafe, Tancajote o El Golfo. Es decir, están promoviendo el quebranto del suelo fértil y el agua, nuestros recursos más valiosos. Apuntalando esta estrategia, el Cabildo de El Hierro aprobó recientemente la declaración de interés insular del proyecto de construcción de un hotel de cuatro estrellas, con 100 camas y 30 villas turísticas con piscinas, en suelo rústico de protección agraria. Por otro lado, los espacios naturales tampoco están seguros, como lo demuestra la intención del Cabildo herreño de construir una pista de atletismo en pleno pinar del Morcillo, trasgrediendo la normativa de conservación del Parque Rural y la declaración de Hábitat de Interés Comunitario.

Vivimos momentos decisivos en El Hierro, en pleno debate sobre el modelo de isla que queremos para el futuro. La controversia acontece en un contexto ambiental crítico, afectado el archipiélago por un Cambio Climático que, entre otras consecuencias, está provocando una notable disminución de precipitaciones que limitan el acceso a un recurso básico como el agua, condicionando la vida de las personas y el desarrollo agrícola y ganadero. Además, las sequías recurrentes están degradando la vegetación y hábitats naturales, constatándose un preocupante incremento de la mortalidad entre árboles y arbustos de sabinares, monteverde y tabaibales.

Los últimos años asistimos en la isla a un incremento notable del número de turistas en periodos determinados (veranos, puentes, fines de semana, etc.), constatando los efectos nocivos que puede provocar la masificación: aumento considerable en la generación de basuras en pleno colapso del vertedero insular, proliferación de acampadas ilegales y caravanas, pesca furtiva, etc. Por otro lado, el crecimiento de población flotante durante el verano coincide con un aumento de la demanda de agua que no es capaz de aportar la red, provocando cortes de suministro a vecinos y agricultores de los tres municipios. La estrategia de futuro de las instituciones apostando por la desalación tiene sus condicionantes: son instalaciones caras y dependientes de los combustibles fósiles. Por otro lado, habría que tomar en consideración la potencialidad real del acuífero insular para el abastecimiento de la población.

El aumento turistas coincide con el incremento descontrolado de la vivienda vacacional (están censados en la actualidad 544 establecimientos con capacidad para 1800 plazas) que, entre otras  consecuencias, está dejando tanto a trabajadores y trabajadoras como a muchos jóvenes que quieren emanciparse sin opciones de alquilar viviendas, encareciendo además los precios del mercado.

En este momento crucial, reivindicamos:

  1. Una mejor conservación de los espacios naturales, implantando una ecotasa que aporte recursos a la gestión del medio ambiente promoviendo, entre otros objetivos, la contratación de personal y su estabilización laboral.
  2. Priorizar la conservación del suelo rústico, evitando ponerlo en manos de los especuladores, teniendo como objetivo la potenciación de la agricultura y la ganadería.
  3. La gestión adecuada y sostenible del agua como recurso básico.
  4. Limitación y moratoria en el flujo de turistas en Canarias, así como en la construcción de nueva infraestructura alojativa. Un modelo económico basado en el turismo de masas implica deterioro de la calidad de vida, degradación de la naturaleza, pérdida de identidad cultural y precariedad laboral para la población trabajadora.
  5. Regulación en la compra de viviendas para los no residentes.
  6. La construcción de viviendas sociales que faciliten el derecho constitucional al acceso a una vivienda. 

El Hierro también tiene un límite, como bien sabían los antiguos herreños, autoridades en afrontar y organizarse ante los desafíos planteados por la escasez de recursos en una auténtica isla de supervivencia. Gracias a su sabiduría como pueblo, disfrutamos hoy en día de este maravilloso edén.

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