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Focas en Canarias

Esta especie antaño habitó en las islas

La foca monje antaño habitó las Islas Canarias, hay evidencias que estuvo presente en todas las islas en yacimientos arqueológicos aborígenes, como parte de su cadena alimentaria, pero a la llegada de los españoles tan solo quedaban población importante en la isla de Lobos, y de ahí su nombre, hasta que fue borrada del mapa de Canarias.

Leonardo Torriani en su obra «Descripción e historia del Reino de las islas Canarias antes Afortunadas, con el parecer de sus fortificaciones» escrita en 1592, ofrece detalles sobre la existencia de la foca monje en las islas de Gran Canaria y Lanzarote, cuando dice:

«…En la isla de Canaria, en su costa este, ciertos pescadores vieron en años pasados a un hombre marino, debajo del agua, sentado en la entrada de una cueva. Decía que no tenía diferencia con nosotros, más que en los pies y en las manos, que eran como aletas de peces. En Lanzarote, a la parte del Poniente, también se ha visto por tres veces otro hombre marino parecido, saliendo del mar para sentarse al sol encima de una piedra alta. Estaba totalmente cubierto con bellísimas escamas blancas, encamadas y azules, con los pelos y la barba larga. Las manos y los pies tenían forma de aletas de pez; pero los que lo vieron pensaban que debajo de las aletas tenía manos como las nuestras, y pies, porque sin ellos es de creer que no hubiera podido caminar con tanta agilidad … «

Antaño nuestras islas fueron parte de un corredor natural entre las poblaciones de Madeira y Mauritania, donde apenas quedan unas pocas colonias maltrechas en estos lugares que son objeto de cuidados en la actualidad. Además de la mencionada isla de Lobos, aún queda recuerdo en la toponimia canaria de este mamífero Montaña de Lobos en la isla de Alegranza y la Cueva de Lobos en la costa de barlovento de Fuerteventura.

De vez en cuando aparece en nuestras costas algún ejemplar, machos en época de dispersión, provenientes de Mauritania o Madeira, síntoma de que esta especie puede volverse a reintroducir, y de esa forma también ayudar a la reproducción de las colonias aisladas vecinas.

Desde 1995 se vienen leyendo en prensa distintos proyectos para la reintroducción de la foca monje, que por algún motivo no terminan de ver la luz. En 1997 se ultimaban el traslado de ejemplares desde Mauritania, pero hubo una alta mortandad que tuvo lugar en esa primavera de 1997, por culpa de un alga tóxica y no se pudieron traer ya que hacían falta especímenes para recuperar otra vez la colonia. Desde entonces ha habido varios intentos y varios partidos políticos han llevado en su programa electoral la reintroducción de esta especie.

En 2018 se volvieron a leer en diversos medios notas de prensa acerca de nuevos intentos por parte de varias instituciones, anunciando que en 2019 volverían las focas a nuestras costas, pero sin recorrido. El último a principios de este año, cuando se anunció una dotación de 50.000€ para estudios de recuperación de este mamífero en los presupuestos de Canarias de este año 2022.

Hay que recordar que la legislación obliga a reintroducir todas aquellas especies que el humano extinguió de Canarias. ¿Veremos algún día una Canarias con focas como antaño fue?

 

Simón J. Rodríguez Moreno

 



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