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Incendio en la conciencia

“Incendio en la conciencia”, un poema de Carlos A. Guilarte (Dadda Wanche) para abrir las conciencias y reinventar las resistencias, y reemprender la lucha contra la destrucción de nuestro mundo isleño. La ilustración es de Feo Flip (Fran Feo). Se trata de una referencia a ese ser mutante y taciturno en el que nos hemos convertido los canarios y canarias: inocentes, contemplativos y profundamente indolentes… “Exudan algunas conciencias” ese veneno que nos lleva a “ignorar una y otra vez las señales/ de que el colapso está cerca/ y es tiempo de reaccionar”. Se recomienda una lectura colectiva y en voz alta.

 

Incendio en la conciencia

El fuego devasta las cumbres y desprovistos de medios 

unos pocos le hacen cara

impotentes 

ante

el poder de la mano pirómana

que lanzó el fósforo de su ignorancia

llevada de parásitos oscuros

que se alojan en mentes embrutecidas

perturbando la razón

para conducir a los cuerpos infectados que andan ciegos 

obcecados

camino de la extinción

 

Mientras los hay que exigen

que siga

la destrucción de la naturaleza

defendiendo sus tiránicas razones

como mantras

que empresarios

periodistas mercenarios

profetas del talonario

adoctrinan sin pudor

Esto traerá puestos de trabajos

es el hit en la verbena

sírveme más alcohol en la copa

dennos drogas con receta

enciende la tele cariño

al que no le guste que se vaya a una cueva

el dinero en el bolsillo

hoy 

ya mañana

que corra el que pueda

 

Gobernantes como actores

de una pésima comedia para que se haga

la palabra del amo

del dueño

del que más perras mueva

sabemos quién manda en Roma

Egipto o Babilonia

sabemos de su grandeza

de su poder y riqueza 

altas torres de soberbia

hoy son tumbas bajo tierra

 

Y aquí el vertedero que crece

sobre Arico y sus barrancos

y el gran puerto que dijeron traería

a la isla progreso y trabajo 

es una mueca de hormigón sin dientes

en el mar

páramo del poder

zona cero de la avaricia

terrible cicatriz de codicia

en la mágica costa de Abona

los apellidos de la corrupción

todos los conocemos

donde antes sebadales

probióticos del océano

ahora hay un chiste malo

un ecocidio sin gracia

un si te he visto no me acuerdo

 

Pero aquí nadie dice nada

la calima mental parece que 

asfixia el sentido común

unos pocos exigen un circuito para quemar combustible fósil y cauchos

van veloces por la vida

quieren ser los primeros en llegar

su afición es más importante

que cualquier ave planta o huertal

la colilla a la carretera

botada sin respeto por la misma mano que te enseña un dedo por la

ventanilla gritando

aprende a conducir soquete

o te paso por arriba

mientras hace rugir su máquina

como un personaje de Mad Max

así son los negocios que esconden infraestructuras impuestas

que acaban siendo agujeros negros

en donde algún inversionista extranjero

dejó el plato para llevarse el pastel

 

El plato 

para el camarero

político de carrera

y dinero 

en la cartera

migas

migas 

para el resto

migas

precariedad dependencia

y el fuego arriba quemando

frente unos pocos que luchan

agotados contra el infierno

no hay base de hidroaviones

no hay suficiente personal

ni equipos para afrontar

el fuego que devasta todo a su paso y se sabe

metido en barrancos y cumbres

necesita

organización y más medios

para poderlo frenar

no hay suficiente presupuesto

hay asuntos más urgentes

como la fórmula 1

y su biodiversidad

 

Enemigos de su propia tierra 

que allí donde hay tabaibas

cardones y balos 

camineros alcaravanes abubillas

lisas tizones erizos

magarzas verodes lavandas

sus ojos empañados

solo ven solares vacíos y espacio sin aprovechar

enemigo el pueblo de sí mismo

si acepta que nada se puede hacer

más que poner la mano dócil

sumiso

para recibir órdenes y prebendas 

acatar que no hay valores 

cultura ni riqueza que no tengan precio

nada que el dinero no pueda comprar

porque solo vale la ley del más fuerte

lo que no se adapta muere

negro futuro

aguas negras

los vertidos que arrojamos

diariamente a nuestro mar

como manifestación física de ese veneno

que exudan algunas conciencias

al ignorar una y otra vez las señales

de que el colapso está cerca

y es tiempo de reaccionar

 

 

                          Carlos A. Guilarte

Imagen: Feo Flip

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