Sobre el denominado “Día de Canarias”
“Me aburre lo que huele a política menuda. Aquí todo es miserable, pequeño, nimio. No hay almas grandes, ni sinceras, ni limpias…»
Al final me siento obligado a participar de esa reflexión colectiva sobre el denominado “Día de Canarias”. Para ustedes, un fragmento de una de las novelas canarias que mejor refleja nuestra condición colonial: El Cacique, de Luis Rodríguez Figueroa; firmada en el Puerto de la Cruz (1897-98) bajo el seudónimo de Guillón Barrús. Y de acompañamiento unas cuantas líneas de un artículo escrito por Secundino Delgado —nuestro Secundino— ahora como corresponsal de “El Tiempo” (de Tenerife) en Argentina. Un artículo publicado en el número 1788 de “El Tiempo” (18 de febrero de 1909).
Dos fragmentos que guardan interés en medio de este extraño “día de fiesta”. Muy recurrentes —eso creo— ahora que se recrudece esa permanente campaña preelectoral en la que vivimos incrustados; dos textos que por su persistente actualidad deberían hacernos reflexionar sobre nuestro particular mundo isleño.
AQUÍ TODO ES MISERABLE, PEQUEÑO, NIMIO
“Me aburre lo que huele a política menuda. Aquí todo es miserable, pequeño, nimio. No hay almas grandes, ni sinceras, ni limpias… Todo infunde asco. Lo único que atrae, lo único que subyuga es la magia encantadora del terruño que se desprende como perfume de agreste virilidad en medio del apocamiento moral e indigno agiotaje que nos salpica de lodo y de vergüenza. Cada risco, cada barranco, cada arbusto indígena me habla con más profundidad que todas esas híbridas suciedades de que se ocupan nuestros periódicos, nuestros diputados provinciales y nuestros politicastros mercachifles. Desengáñate. Los que se ha convenido en llamar directores de la política local, los conspicuos, no son más que una caterva de engreídos y explotadores de la cosa pública”.
“En esta tierra de guanches se ha perdido lo típico, lo netamente autóctono: la sencillez de costumbres y el temple de carácter”
Luis Rodríguez Figueroa (1875-1936) *
ALLÁ TODO ES PEQUEÑO, MEZQUINO, RECORTADO, ESTRECHO
“Luego él me dijo: -Aquella tierra (Canarias), es una jaula estrecha y nauseabunda”.
“Allá todo es pequeño, mezquino, recortado, estrecho. El aire, la extensión, los peligros, lo ignoto, me llamaban. No podía sufrir más aquella atmósfera donde bregan los enanos de alma, y hui sin decir adiós, sin despedirme, sin equipaje, sin sacar billete”.
Secundino Delgado Rodríguez (1867-1912)
*En octubre de 1936 fue detenido y asesinado por los fascistas.