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¿Todavía hay una esperanza de futuro para nuestra tierra y para nuestra gente?

“El tiempo juega en favor del enemigo del que cada vez somos más dependientes económicamente y del que cada vez estamos más a sus órdenes militarmente”

La urgencia de la actualidad nos señala, curiosamente, hacia el pasado. Un pasado reciente —casi es un ayer— pero que parece distante para la gran mayoría en Canarias. Este 25 de mayo —aprovechando que es el Día de África, nuestro día— les ofrecemos un pequeño fragmento de un texto publicado en 1986. Firmado por Pantaleón Hernández González y editado por el Centro Canario de Estudios, Amistad y Solidaridad entre los pueblos de África “Amilcar Cabral”, este documento evidencia —36 años después— que los augurios de ayer son el lamento de un presente desesperanzado, catastrófico y distópico para los canarios y canarias de hoy.

Sin duda, treinta y seis años no son nada para un texto cuando nos ofrece tanta actualidad. Un texto que regurgita las miserias del fracaso autonómico; el otanismo-guerreista del autodenominado “gobierno más progresista de la historia de Canarias” o ‘pacto de las flores’ (marchitas) —PSOE, PODEMOS, Nueva Canarias y ASG—, y todas aquellas cuestiones que hoy han cobrado actualidad en estas islas. La cronificación de la pobreza y el despilfarro; el deterioro irreversible del ecosistema y laacelerada terciarización de nuestra economía, que nos va a llevar a una total dependencia exterior”. La descontrolada inmigración europea hacia Canarias o “la dependencia energética exterior». La marginación de nuestra cultura y el saqueo y destrucción de yacimientos arqueológicos; y ese otro gran absurdo, “que en unas islas tan miserables se promocionen oficialmente fiestas interminables”. “Una política urbanística y de medioambiente desastrosa”; y, lo más grosero de todo: “el que en unas islas tan desventuradas se pretenda dar y vender una imagen tan paradisiaca”.

En su texto Hernández González manifiesta que “todavía hay una esperanza de futuro para nuestra tierra y para nuestra gente”. También nos advierte de que ya no queda tiempo, y eso fue escrito hace 36 años. Para nosotros esa “esperanza de futuro” solo se puede manifestar en forma de pregunta, pero no esperamos grandes respuestas ahora que se cierra cualquier horizonte de emancipación. Realmente —perdonen el pesimismo— vivimos tiempos de colapso que anuncian la barbarie; y Canarias —este archipiélago africano— está en medio de la tormenta.  

Canarias-OTAN: Dependencia/Independencia

La dependencia que, desde la finalización de la Conquista, en 1496, nos ata a España yugula nuestras esperanzas de futuro y desangra sin cesar nuestra posibilidad de una digna supervivencia:

– Nuestra economía es totalmente artificial.

Nuestros recursos acuíferos se están agotando.

– El Mercado Común acabará aplastando nuestra agricultura de exportación -la de autoabastecimiento hace tiempo que agoniza por, entre otros motivos, la importación masiva de productos alimenticios extranjeros.

– Nuestro ecosistema se está deteriorando irreversiblemente.

– La ganadería casi no existe a cuenta del envío de excedentes de leche europea y de carnes, enlatados y embutidos de todos lados.

– Carecemos de puertos pesqueros y de flota para poder explotar convenientemente nuestras riquezas marinas.

– Se está potenciando una acelerada terciarización de nuestra economía, que nos va a llevar a una total dependencia exterior.

– Se están dando más facilidades a la penetración de capital y mano de obra extranjera (especialmente española, alemana e inglesa). Facilidades que escalofrían teniendo en cuenta lo pequeño, que es nuestro territorio y lo depauperado y subdesarrollado que está.

– Nuestra población -especialmente la más joven- está cayendo en la depravación y anulamiento que, para nuestro dominio, promueve el capital: drogas, prostitución y juego.

– Nuestra dependencia energética del exterior es total al no promocionarse la obtención de energía a partir del viento y del sol, que tanto abundan en nuestra tierra. ·

Nuestra cultura es sistemáticamente marginada en favor de la española y yankíeuropea.

– Nuestra lengua se perdió.

– Nuestros yacimientos arqueológicos son saqueados y usados como basureros.

– Nuestra burguesía comercial, con los peones que comparte con el colonialismo, va a convertir a nuestras islas en prostíbulos de Occidente

– Más de 500.000 emigrantes canarios en Venezuela –lo que significa, aproximadamente, un 25% de todos los canarios- van a tener que vivir y morir expatriados a la fuerza.

Nuestro suelo se va a convertir en un cuartel, los americanos en sus coroneles y los canarios nos vamos a ver envueltos en el indigno servilismo del dólar.

Probablemente podría seguir llenando folios y más folios contando el oprobio y la amargura que nos embargan y siempre que quedaría algún atropello por señalar, alguna queja por formular, alguna injusticia que denunciar o el indicar una nueva amenaza qua nos hipoteca, pero prefiero que sea cada canario, amante de su tierra y de su gente, quien vaya completando la lista y buscando, unido con sus hermanos y urgentemente, la cristalización de la única vía posible para una esperanza de futuro:

¡LA INDEPENDENCIA Y EL SOCIALISMO!

La independencia y el socialismo

¿Qué me lleva a realizar esta aseveración?

Aparte de lo ya dicho, lo siguiente:

– El que en unas islas donde no se fabrica un tornillo haya centenares de miles de coches.

– El que en unas islas tradicionalmente agrícolas se estén arruinando nuestros campesinos.

El que en unas islas extremadamente pobres se despilfarre tanto.

– El que en unas islas casi desérticas haya una anarquía total en el control, financiación y distribución del agua.

El que en unas islas con tan poca superficie se desarrolle una política urbanística y de medio ambiente tan desastrosa.

– El que en unas islas africanas se celebren festivales europeos, reuniones de científicos y militares europeos, de poetas y literatos europeos …

– El que en unas islas sin comunicaciones terrestres hasta el otro día haya tantos aeropuertos internacionales.

– El que en unas islas de tan alto índice de analfabetismo se cuelgue antes una bandera que una pizarra.

El que en unas islas con tanto paro y emigración se prime la inmigración.

– El que en unas islas tan miserables se promocionen oficialmente fiestas interminables.

– El que en unas islas con tantos y tan graves problemas se utilicen los cargos públicos en provecho particular o de clan.

El que en unas islas tan desventuradas se pretenda dar y vender una imagen tan paradisiaca.

– El que en unas islas africanas se llame patria a la nación europea que derramó la sangre de nuestros antepasados.

Todo ello, infinitamente más, nos lleva a la conclusión de que nuestro pueblo, después del golpe de la colonización y su obra de siglos, no se ha recobrado de su amnesia ni de la terrible sacudida que convulsionó todo su ser y todavía le tiene enajenado. Sólo así es posible comprender que aún no haya enarbolado con éxito la bandera de LA LIBERTAD.

El tiempo juega en favor del enemigo del que cada vez somos más dependientes económicamente y del que cada vez estamos más a sus órdenes militarmente.

Sin ser catastrofista si debo decir que si esta generación no consigue romper las cadenas con que nos ata España, surgirán barras y estrellas que sepultarán definitivamente cualquier intento libertador.  Las únicas estrellas que nos interesan son las del firmamento y las de nuestra bandera nacional.

¡Canario, canaria: no podemos esperar en casa la solución de nuestros problemas! ¡Todavía hay una esperanza de futuro para nuestra tierra y para nuestra gente!

El pueblo español debe comprender, porque también ha sufrido, que la única alternativa digna para los territorios colonizados es la descolonización y la independencia.

El gobierno español, que ahora llama hermanas a las naciones que antes oprimió, debería darse cuenta de que Canarias es una nación incorporada a su territorio por la fuerza de las armas y no por propia voluntad.

No queremos salidas neocoloniales que nos conviertan en repúblicas bananeras con monigotes al frente del «negocio» metropolitano o títeres al servicio yankieuropeo. No nos convence la autonomía actual ni la del artículo 151. Queremos la total Independencia y avanzaremos después de ella por los caminos del socialismo.

Como nación independiente reclamaremos, como algo que se nos debe tras siglos de explotación, el apoyo tecnológico y económico necesario para nuestro propio desarrollo autocentrado, pero en pie de igualdad, como una más de las naciones libres de la tierra y no como los subdesarrollados socios africanos de un Mercado Común de negociantes europeos.

 

Pantaleón Hernández González

Texto completo (Memoria Digital Canaria – ULPGC): Canarias-OTAN: dependencia-independencia

 

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