Basta de callar, es el momento de defender la Casa Común, de luchar por esta tierra
Varias voces me dicen que tengo que escribir algo sobre la Manifestación del 20 de abril #CanariasTieneUnLímite, llevo días intentando reordenar las ideas, intentar sumarme a las voces de mis compañeras…
Lo único que tengo dentro es un silencio atronador. Un silencio construido con miles de toneladas de hormigón, con carreteras llenas de coches, con inútiles campos de golf sedientos de nuestra agua, con un mar siempre más sucio e inhóspito. Con lágrimas de familias viviendo en la calle por la imposibilidad a acceder a una vivienda, con trabajo de esclavitud para nuestr@s hij@s, con una prostitución a la carta, con la destrucción de una identidad.
Llegué a esta Isla hace 30 años, no he nacido aquí, pero me atrapó de amor, de colores, sabores, perfumes y sonrisas. Aquí está mi casa y mi gente. Por esta tierra pienso luchar.
El cambio de modelo económico en Canarias no sólo es necesario, es imperioso. Este erróneo modelo depredador fue elegido por “nuestros” políticos de los últimos 50 años, juntos a los caciques de la Patronal Hotelera (creada en el 1977) y de los explotadores de los recursos naturales de esta tierra. Ellos son los verdaderos enemigos de Canarias.
Canarias, al igual que muchas otras regiones, enfrenta desafíos con recursos limitados, este modelo turístico no ha sido sostenible a largo plazo, necesitamos implementar un modelo económico más diversificado y sostenible, es crucial abordar ya estas preocupaciones y asegurar el bienestar a largo plazo de la comunidad canaria.
La sobreexplotación turística no es otra cosa que el uso desmedido de los recursos turísticos de un destino buscando los máximos beneficios posibles (¿para quiénes?) a corto plazo, pero sin tener en cuenta la sostenibilidad.
Canarias, al igual que muchas otras regiones, enfrenta desafíos con recursos limitados, un modelo turístico que no puede sustentarse durante más tiempo, con escasez de vivienda y problemas de corrupción política. Explorar e implementar un modelo económico más diversificado y sostenible podría ser crucial para abordar estas preocupaciones y asegurar el bienestar a largo plazo de la comunidad canaria.
Es evidente que la situación en Canarias plantea desafíos importantes. El crecimiento turístico descontrolado ha generado también tensiones en la comunidad local, exacerbando problemas como la pobreza, la desigualdad, la escasez de vivienda y la presión sobre los recursos naturales.
La manifestación del 20 de abril es una muestra del descontento y la demanda de un cambio en el modelo turístico hacia uno más equilibrado y sostenible, que proteja tanto el medio ambiente como los derechos y necesidades de la población local. Es crucial que se escuchen y se tomen en cuenta estas demandas para garantizar un desarrollo más justo y equitativo en las Islas Canarias.
Basta de callar, es el momento de defender la Casa Común, de luchar por esta tierra, para la gente que la habita, para un futuro posible y visible. Que no falte nadie el 20 de abril.
Antonella Aliotti
Ex concejala Ayuntamiento de Arona, feminista, activista de derechos humanos y sociales