Apoyar el sector primario es clave para la subsistencia de toda sociedad
Desde Liberación Canaria, observamos con preocupación, el nivel de dependencia exterior del abastecimiento de Canarias, que hoy alcanza la nada razonable cifra del 94%
Este dato es de por sí alarmante, y pone de manifiesto que la situación de abandono del campo y sus medianías no es nada positivo para ninguna sociedad, y la canaria en particular, tampoco
Desde Liberación Canaria, entendemos que las políticas agrarias en Canarias han fracasado, pues han dificultado el desarrollo del sector primario más que ayudar a su crecimiento, unidas a las directrices de la Unión Europea de la PAC, nos damos cuenta que no han servido para impulsar y recuperar un sector necesario, dándose prioridad, entre otros asuntos, a acuerdos con países terceros para dar entrada a sus productos de origen, en perjuicio de las producciones locales.
Si además sumamos las presiones de las intermediaciones comerciales, que aprovechan su posición de poder, para pagar precios irrisorios que no compensan las labores en tiempos, esfuerzos y cuidados, así como los riesgos que se asumen. Observamos que tenemos un serio problema.
Hablar de Soberanía Alimentaria queda muy bonito, pero cuando no se aplican las medidas y políticas necesarias para ello pues se cae en el grave error de mentir a la sociedad canaria.
Y si se impulsa la implantación del negocio de los parques de placas fotovoltaicas que invitan a recalificaciones de terrenos rurales, y por el camino se invitan a la venta de terrenos y abandono del sector, peor vamos.
Estar plenamente integrados en la UE a través de las RUP nos obliga a implantar sus políticas agrarias. Necesitamos cambiar el estatus de relación con la unión europea para poder establecer nuestras líneas de actuación propia a través del estatus PTU, es decir, acuerdo de Asociación Especial con respecto a la UE.
Garantizamos la exportación de nuestros productos agrarios al mercado de la Unión sin vernos envueltos directamente en la PAC.
Canarias afronta una situación en la que necesita abastecer, no solo a su población, sino a los más de 16 millones de turistas que han venido en 2023 —una auténtica locura— y que algunos se empeñan en seguir haciendo crecer sin límites, generando innumerables problemas a nuestra sociedad civil, aunque genere grandes ganancias a determinados grupos sociales que no repercuten adecuadamente las riquezas generadas en la economía canaria.
En lugar de aprovechar las circunstancias para que el sector primario adquiera de nuevo la relevancia e importancia que debiera tener, se les complica la labor y se genera desencanto y desgana para el desarrollo de unas labores que, en nuestro territorio, por orografía compleja, se tornan más complejas.
Cierto es que las subvenciones y todo dinero que salga de las arcas públicas debe ser controlado, pero no es menos cierto que se deben impulsar medidas que faciliten el acceso de los productos agrarios locales al consumidor a precios que permitan vivir con dignidad del campo:
1.- Aprovechar la red de mercados locales para facilitar cercanía al consumidor y mejores márgenes de beneficio para el sector primario.
2.- Vigilar a la intermediación y las grandes cadenas de distribución para que se respeten precios sin abusos, ni chantajes.
3.- Establecer, si fuese necesario, una regulación de precios agrarios, con control de beneficios y costes productivos, que permita al sector primario vivir con total dignidad y solvencia.
4.- Establecer limitaciones al uso de pesticidas tóxicos y peligrosos para la salud del agricultor y del consumidor.
5.- Creación de cooperativas de comercialización y distribución que sirvan de apoyo al sector primario.
6.- Impulsar la aplicación de la innovación en el sector.
7.- Establecer incentivos y acuerdos para el abastecimiento de producto local a las cadenas hoteleras.
8.- Impulsar el desarrollo de cultivos ecológicos y la diversificación dentro del propio sector.
Con voluntad política y coraje puede darse el valor que corresponde al sector primario tan necesario.
El Régimen Específico de Abastecimiento de Canarias, REA, es una herramienta que se ha mostrado insuficiente y errada para abaratar y sostener el coste de la cesta de la compra a precios razonables y asequibles que permita comer de forma saludable y equilibrada.
Las consecuencias del encarecimiento las vivimos a diario.
Las personas que viven en situación de pobreza severa o en el umbral de la pobreza y exclusión social no pueden permitirse comer carne, pescado o pollo una vez a la semana. No digamos seguir las recomendaciones de nutrición saludable. No es posible
Necesitamos nuevas políticas para nuestro campo, y revisar el fracaso actual que ha llevado al abandono de nuestras medianías y a la más absoluta dependencia exterior, con el escaso reconocimiento a la labor esencial de nuestro sector primario Canario.
Una sociedad sin sector primario es una sociedad dependiente y manipulable para ser sometida.
Liberación Canaria entiende que impulsar la soberanía alimentaria requiere de voluntad y empeño, valor y coraje político para facilitar la vuelta al campo de nuevas generaciones y poner menos trabas administrativas, menos parches y garantizando una vida con dignidad a quienes se dedican a ello.
Ricardo González Roca Fonteneau
Secretario Nacional de Organización y comunicación de LIBERACIÓN CANARIA
Foto de cabecera: El País Canario