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Crónica de una revolución anunciada

«Canarias me duele como para echarme a llorar. Mientras mis amigas se van al extranjero por la precariedad que encuentran aquí, vienen los nómadas digitales a vivir de un modo que nosotras jamás podríamos permitirnos»

Cada día lo mismo. Me levanto, desayuno, pongo algo de música y abro las redes sociales (mi sustituto de las noticias de la tele). De nuevo, cada día lo mismo. Un macroproyecto por aquí, un desprecio a lo canario por allá, algún que otro caso de corrupción…  Canarias va a estallar un día y no va a ser a causa de los volcanes. Va a ser por culpa de la corrupción y el colonialismo que está azotando a nuestra tierra y a nuestro pueblo. Esto ya no se sostiene por ningún lado. Canarias lo tiene todo para una revolución en la que, ojalá, salgan perdiendo los caciques que se llevan beneficios a cambio de destruir nuestra tierra y nuestra historia.

Canarias me duele como para echarme a llorar. Mientras mis amigas se van al extranjero por la precariedad que encuentran aquí, vienen los nómadas digitales a vivir de un modo que nosotras jamás podríamos permitirnos; y no es envidia, es hartazgo. Hartazgo también de ver cómo, mientras a la saharaui que vive en el bloque de al lado se le exige integrarse, al belga se le construye una “Cuna del alma” para que se acurruque al calor del paraíso, pero, ¿paraíso para quién? Una “Cuna del alma” que, por cierto, se ha llevado por delante trocitos de nuestra historia. Que “no será para tanto”.

Por último, hemos visto también cómo partidos que se declaran patriotas de nuestra tierra, venden nuestros lares a empresarios que solo vienen a llenarse sus bolsillos a costa de nuestro medio ambiente con proyectos que nadie ha pedido. En fin, no olvidemos mencionar el cómo, si te vas al sur de tu isla (o al norte, según donde te encuentres), es común sentirse extranjero en tu propia tierra. ¿Es normal esto? Quiero decir, ¿no debería sentirme al menos un poco preocupada por lo que se está haciendo con nuestras islas?

Con este texto no solo quiero exponer lo que cada día me preocupa desde que abro las redes y leo las noticias por la mañana, sino que quiero hacer un llamado a la población que realmente ama a Canarias a que se ponga en pie y luche, a que vaya a manifestaciones, a que escriba a nuestros representantes, a que se queje, que quejarse es gratis y a nosotros, los isleños, nos está saliendo muy caro el ser de aquí.

June Santana Guerra

2 comentarios en «Crónica de una revolución anunciada»

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