Maltrato a los jóvenes agricultores en la subvención de modernización del Gobierno de Canarias
Este comunicado busca resaltar la urgente necesidad de revisar y cumplir las promesas hechas a los agricultores, quienes son fundamentales para la sostenibilidad de nuestra sociedad
Desde el colectivo de Jóvenes Agricultores de Canarias, denunciamos el maltrato que sufrimos por parte de la Consejería, tanto por parte de políticos como de funcionarios privilegiados, los jóvenes agricultores. El pasado 22 de abril se anunció la convocatoria de modernización sin las esperadas modificaciones que beneficiarían a los jóvenes agricultores de Canarias, desafiando las promesas previas hechas por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias. A pesar de las múltiples solicitudes y la clara necesidad de un trato preferencial para los nuevos agricultores —como se estipulaba en los programas de desarrollo rural (PDR) de 2014-2020 y 2007-2013—, la falta de acción sugiere una desconexión entre las promesas administrativas y la realidad enfrentada por quienes cultivan nuestra tierra. En este contexto, las cartas previas a la manifestación de agricultores en febrero tras la publicación de las bases de las subvenciones de la política agraria comunitaria (PEPAC) de Canarias 2023-2027, enviadas por Narvay Quintero, han prometido esfuerzos para restaurar la puntuación preferencial que ahora parece ignorarse, mientras los agricultores continúan laborando en condiciones desafiantes.
A lo largo de los años, los jóvenes agricultores han sido alentados a modernizar y expandir sus operaciones a través de subvenciones estatales, recibiendo una puntuación máxima durante los primeros cinco años de establecimiento. Este derecho, clave en los ciclos anteriores del PDR, ha sido crucial para la renovación generacional en el campo. Sin embargo, a pesar de las afirmaciones de continuidad y apoyo por parte de la consejería, la reciente convocatoria carece de las bases actualizadas prometidas que garantizarían este beneficio, lo cual no solo es un golpe a la confianza de los agricultores jóvenes, sino también un retroceso en la política de modernización agrícola.
Las protestas de febrero fueron un claro indicativo del descontento creciente entre los agricultores, cuyas demandas parecen haber sido minimizadas por tácticas dilatorias de la consejería. A pesar de la evidencia proporcionada y las cartas de compromiso enviadas por Narvay Quintero, las acciones concretas han sido escasas. La falta de una declaración oficial en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) y la ausencia de una modificación formal de las bases de la subvención son reflejo de esta inacción. Dejando claro que sus promesas fueron un acto de propaganda para acallar las manifestaciones de los agricultores.
Mientras los funcionarios disfrutan de condiciones laborales privilegiadas, los agricultores enfrentan jornadas extenuantes bajo todo tipo de condiciones climáticas adversas. Esta disparidad en el trato no solo subraya un problema de equidad, sino que también pone de manifiesto la desconexión entre las realidades del campo y las políticas desarrolladas desde los despachos con aire acondicionado.
La consejería ha promovido la idea de que estas subvenciones ayudarían a renovar el campo canario. Sin embargo, al no reflejar estos cambios en el BOC ni ajustar las bases de la subvención, lo que se promueve parece ser más una estrategia de propaganda que un plan de acción real y efectivo. Al mantener las obligaciones de mantener la actividad por cinco años sin los correspondientes derechos prometidos, se está efectuando un recorte de derechos que contradice el propio contrato social con nuestros agricultores. El contrato social establece que no hay derecho sin deber, pero ha sido un acto flagrante de recorte de derechos.
Este comunicado busca resaltar la urgente necesidad de revisar y cumplir las promesas hechas a los agricultores, quienes son fundamentales para la sostenibilidad de nuestra sociedad. Hacemos un llamado a la consejería para que tome acciones inmediatas que reflejen genuinamente las necesidades y los derechos de los agricultores jóvenes en Canarias, garantizando así un futuro próspero y justo para el sector agrícola de la región.
Jóvenes Agricultores de Canarias